
La demanda mundial de minerales críticos para la transformación energética irá en aumento. Chile es el gran productor en la región. Pero Argentina, con 8 megaproyectos en danza, también tiene su propio potencial que analizan los inversores. Se suman Perú y Brasil.
Un escaparate hacia el siglo XXI
América latina es hoy mirada con atención por los inversores que apuntan a la transformación. En la Expomin, la ministra de Minería de Chile, Aurora Williams, subrayó que “la minería latinoamericana, y en particular la chilena, genera un interés mundial que abre nuevas oportunidades de inversión, innovación y colaboración estratégica“, afirmó.
Temas y debates de alto nivel sobre la descarbonización, la transformación digital, la inclusión generacional y los roles críticos de los metales en la transición energética, fueron abordados en el evento minero que concitó el interés internacional. Así lo señaló el presidente ejecutivo de Anglo American y del Congreso Internacional de Expomin, Patricio Hidalgo: “La presencia de jóvenes, emprendedores y líderes globales nos desafía a repensar el futuro de la minería, combinando productividad con sostenibilidad y responsabilidad social”.

Una demanda en plena expansión
La transición hacia energías renovables y la electromovilidad impulsa una demanda sin precedentes en el mundo, de minerales estratégicos como litio, cobre, cobalto, níquel, tierras raras y grafito. Estos recursos son esenciales para la fabricación de tecnologías clave: turbinas eólicas, paneles solares, baterías de alta capacidad y sistemas de almacenamiento energético.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los vehículos eléctricos consumen hasta seis veces más minerales críticos que los vehículos tradicionales. Asimismo, una planta de energía eólica marina o solar requiere entre 6 y 13 veces más minerales que una planta convencional de tamaño similar.
De ahí que la estimación de la Agencia marca un alza de la demanda global proyectada significativa: para 2030, se estima que la necesidad de litio crecerá 17,1 veces, el cobalto 5 veces, el níquel 6,5 veces, las tierras raras 4,6 veces y el cobre 3,1 veces.

América Latina: una región clave
Las cifras indican que la explotación minera debe aumentar un 400 % para cubrir la demanda de minerales necesarios en la transición energética. Antonio Zambrano, politólogo y experto en cambio climático de Climate Action Network Latinoamérica, explicó en su momento que “Latinoamérica se encuentra en el centro de esta revolución mineral, ya que sus territorios contienen la mayor parte de los recursos críticos necesarios para impulsar energías limpias y tecnologías emergentes”.
El entonces viceministro peruano de Electricidad, Jaime Luyo, adelantó a fines del 2024, que la demanda mundial de minerales críticos seguirá creciendo exponencialmente. “La demanda de cobre para energías renovables, transmisión y almacenamiento será fundamental. Latinoamérica, con Chile, Argentina y Perú a la cabeza, se perfila como la principal fuente de estos recursos“, afirmó.
Chile, primer productor mundial de cobre y uno de los mayores proveedores de litio, fortalece su liderazgo en un escenario donde la demanda internacional se dispara. Organismos como el Banco Mundial proyectan que, para 2050, se requerirá un 70 % más de cobre y un 90 % más de litio para atender las necesidades de la electromovilidad, las energías renovables y la infraestructura tecnológica. El país vecino concentra la mayor producción de ambos minerales.

El rol estratégico de Chile, Argentina, Perú y Brasil
En el marco de Expomin, no solo se reafirmó el liderazgo chileno en la minería de cobre y litio, sino que también emergieron Argentina, Perú y Brasil como actores clave en la próxima ola de inversiones mineras.
Argentina está en condiciones de emular a Chile. Con ocho megaproyectos de cobre y un ecosistema de exploración y explotación de litio en expansión, se perfila como un socio estratégico en la cadena de suministro de minerales críticos.
De hecho, eso se vio reflejado en la participación de delegaciones argentinas, conformadas por funcionarios, cámaras empresariales y empresas mineras, que reflejó el interés regional en captar inversiones y fortalecer alianzas estratégicas en un mercado cada vez más competitivo y exigente.
Asi, la XVIII edición de Expomin dejó en evidencia que Latinoamérica no solo es una región con abundantes recursos mineros, sino también un actor indispensable en la configuración de la economía mundial de energías limpias. La región está llamada a liderar esta transformación global, consolidando su papel como proveedor estratégico y motor de un mundo más limpio y sustentable