Vaca Muerta: el poder bajo tierra… y en las nubes con la IA

Lo más visionario aún está por llegar: convertir a la formación en sede de data centers energéticamente eficientes. Las condiciones óptimas están.

La nueva F1 energética


El Hub Tecnológico de Inteligencia Artificial de Neuquén (Hub Tech IA) ha documentado iniciativas de diversas petroleras en Vaca Muerta, que van más allá de YPF y su “cerebro digital” Real Time Intelligence Center (RTIC) que opera 24/7. Los datos no paran: 35 millones por pozo, procesados en tiempo real mediante modelos predictivos que permiten tomar decisiones quirúrgicas sobre dirección, presión y velocidad. Empresas como Pan American Energy (PAE), Vista Energy, Pluspetrol, Shell y Chevron están implementando soluciones basadas en inteligencia artificial para optimizar sus operaciones. Desde el tratamiento y reciclaje del agua de retorno (flowback) hasta el monitoreo en tiempo real, utilizando sensores avanzados y algoritmos de aprendizaje automático. La metáfora que circula es clara: “Verstappen, Alonso y Colapinto están en cada pozo”.

La IA no solo predice, también aprende. En solo dos meses, puede modelar los “mejores 40 pozos”, adaptarse y replicar los estándares de máxima productividad. Esto, conectado con la velocidad satelital de Starlink, reduce el tiempo de perforación, lo que significa producir antes, mejor y más barato.
IA encarnada: los nuevos sentidos de la industria

Pero la innovación no termina en los pozos. Se están incorporando propioceptores (sensores que controlan la posición y movimiento del equipo) e interoceptores artificiales (capaces de “sentir” condiciones internas como presión, temperatura, vibración o composición química), que permiten anticipar fallas y actuar incluso antes de que ocurran. Como el cuerpo humano, pero con precisión de máquina.

En este marco, se desarrolla un propio “ChatGPT energético”, alimentado con datos históricos de más de mil pozos. Este asistente técnico puede responder consultas en tiempo real sobre cada variable del subsuelo, liberando a los ingenieros para decisiones estratégicas.

Nuestro país es conocido mundialmente por Maradona, por Messi, el tango o un buen mate… pero actualmente el mundo habla de Vaca Muerta, que no es solo es sinónimo de petróleo y gas. Hoy, también lo es de algoritmos, sensores, data centers y agentes inteligentes.
Bajo su subsuelo, el shale fluye con la fuerza de una de las mayores reservas del planeta; sobre su superficie, florece una revolución tecnológica que puede posicionar a Neuquén como el nuevo hub energético-digital del hemisferio sur.

¿Qué tienen en común el gas, la inteligencia artificial y los sentidos humanos? La respuesta está en el modo en que las empresas petroleras, de servicios o afines, están transformando cada etapa de la producción hidrocarburífera con IA de última generación, interoceptores y propioceptores artificiales. La promesa: perforar más, más rápido, con menos agua, menos costos y menos impacto. Pero también, pensar el territorio no solo como fuente de recursos, sino como plataforma de innovación.

El agua: del pasivo ambiental al activo circular


En paralelo, dos reportes técnicos recientes del Hub Tech IA Neuquén abordan un problema crítico: el uso intensivo de agua en la fracturación hidráulica y el desafío de tratar el “flowback” (fluido contaminado que vuelve a la superficie). Gracias a IA e IA Generativa, es posible hoy reutilizar hasta el 80% del agua, reducir hasta un 30% los costos y minimizar la exposición humana a riesgos químicos.
¿Cómo lo logran? Mediante agentes autónomos que predicen la calidad del agua, ajustan parámetros en tiempo real, detectan turbidez con visión artificial y ejecutan acciones como cerrar válvulas o iniciar limpiezas. Es la era de los workflows agénticos, donde humanos y algoritmos cooperan para una operación eficiente, segura y sostenible.

Data centers sobre energía: el otro boom invisible


Pero lo más visionario aún está por llegar: convertir a Vaca Muerta en sede de data centers energéticamente eficientes. Con temperaturas frías, gas barato, renovables en expansión y bajo riesgo geopolítico, clima fresco, baja humedad, la región tiene condiciones únicas para alojar infraestructura crítica de IA y nubes. Si a eso se le suma un marco de incentivos fiscales e inversiones tecnológicas, Neuquén podría convertirse en un polo digital que alimente no solo pozos, sino servidores, clústeres y cerebros artificiales.
La Provincia, ya comenzó a articular proyectos con visión estratégica. Tal como se indicó en el último reporte oficial, “Vaca Muerta es el laboratorio perfecto para una IA aplicada al desarrollo productivo y ambiental” y podría imponer que se implemente un Climate GPT con sistemas de I.A eficientes, automatizaciones con mejores instrucciones para reducir el uso, reducir intensidad, tener mejor hardware, más rendimiento con la misma unidad de energía actual, software que trabajen juntos. Como lo dijo Vijay Gadepally en la Segunda Cumbre:“Think out the box”.

Una potencia que perfora el futuro


Si la primera riqueza de Vaca Muerta fue su subsuelo, la segunda será su capacidad de pensar. Y si antes exportábamos gas, ahora podemos exportar también tecnología, conocimiento y talento. De la fractura a la fábrica de datos, del pozo al servidor, Neuquén se perfila como un nodo energético-digital con impacto global.

Eso sí: para que este modelo funcione, será clave fomentar una cultura agéntica, formar profesionales locales y garantizar que la inteligencia artificial opere con transparencia, responsabilidad y justicia ambiental ya que un centro de datos sin una adecuada planificación energética podría significar el 10% del consumo energético del país. Propender a un balance porque el futuro no se trata solo de máquinas que piensan, sino de territorios que sienten.

imagen: noticiasnqn.com.ar

* Directora del Instituto de Derecho e IA del Colegio de Abogados de Neuquen.

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