
En Argentina, hablar de producción con métodos no convencionales se asocia directamente con Vaca Muerta. Sin embargo, el historial argentino refleja otras experiencias: las Concesiones de Explotación no Convencional (Cench) fueron entregadas en más provincias además de Neuquén y con foco en otras formaciones. La más reciente fue en Chubut, pero hay antecedentes en Mendoza. La reconversión plantea dudas para el convencional.
Las provincias harán caja con el auge de la producción de petróleo. (Foto: archivo Matías Subat)
Por Miquela Danil Juarez
La necesidad de contar con un marco jurídico de previsibilidad para las empresas motivó la creación de las Cench, concesiones concentradas en la obtención de petróleo y gas a través de técnicas de estimulación en rocas de baja permeabilidad, como sucede con la formación shale estrella, que es Vaca Muerta.
La figura se incorporó a partir de la Ley Nacional 27.007, en 2014 que implica que el plazo para la explotación no convencional durará hasta 35 años. Se trata del viabilizador clave que pueden otorgar los gobiernos provinciales para que las empresas desarrollen planes hacia la producción. Sin embargo, no es menor el impacto en el convencional.
La reconversión de los bloques que obtienen las empresas “elimina compromisos anteriores que se reconfiguran en el nuevo plan de inversiones. Podría contener mitigaciones, cierre de pozos del convencional, entre otros”, explicó el titular de la consultora Paspartú y director de Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires, Juan José Carbajales en diálogo con Energía On.
Esto acentúa el declino del convencional en las áreas reconvertidas al dirigir la inversión sobre todo al shale.
Igualmente, vale recordar que tras la reglamentación de la Ley Bases del Gobierno nacional, se estableció que una empresa puede pedir subdividir un bloque y que solo una porción obtenga una Cench y una concesión convencional.
Así, conviven ambas en el mismo bloque. “En este caso, tiene que ser siempre del mismo concesionario, aunque alguna interpretación de la reglamentación de la Ley Bases podría habilitar otro esquema”, explicó Carbajales.
Por decantación, la provincia de Neuquén tiene un amplio historial de estas autorizaciones. De hecho, suma nada menos que 51 concesiones entregadas para obtener petróleo y gas en Vaca Muerta. Con ellas, las operadoras disponen de un régimen de estabilidad fiscal, que potencia los resultados de la formación más allá de la productividad natural de los pozos con este tipo de extracción.
Las últimas concesiones entregadas, y las primeras del gobierno de Rolando Figueroa fueron a YPF en marzo de este año. Comprende las áreas La Angostura Sur I y II, Narambuena y Aguada de la Arena. Los dos primeros se desprenden de Loma La Lata, uno de los bloques que dieron el puntapié inicial para la historia de Vaca Muerta.
Las Cench entregadas en otras provincias
Pese a ser la provincia protagonista del empuje de Vaca Muerta, Neuquén no es la única que entregó concesiones para obtener petróleo y gas no convencional. La formación se comparte con Mendoza, La Pampa y Río Negro. Sin embargo, en estas provincias no hubo Cench para Vaca Muerta, pero sí a otro destino.
Es el caso de Mendoza, que fue la primera en otorgar este permiso por fuera de la cuna del desarrollo shale. Sucedió en 2019, para el área Puesto Rojas.
La empresa Phoenix Global Resources había solicitado la Cench para obtener petróleo de la Formación Agrio, hermana menor de Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina. «Como el proyecto no fue exitoso, volvió a ser una concesión convencional«, explicaron desde la Provincia en diálogo con Energía On.
Al día de hoy, el Gobierno mendocino no ha recibido pedidos de las empresas para obtener una Cench, pero sí hay permisos de exploración con destino a Vaca Muerta. Una de ellas es YPF, en el área CN-VII. En el bloque Paso de las Bardas Norte tiene una concesión convencional pero realizan tareas exploratorias.
La Unión Transitoria de Empresas (UTE) Quintana Energy y TSB adquirió Cañadón Amarillo, cuya concesión es convencional. «Sin embargo en el compromiso de prórroga asumido van a hacer un piloto no convencional«, expresaron. Este bloque formaba parte de un grupo de áreas que vendió YPF en Mendoza como parte del Proyecto Andes.
La segunda Cench entregada y la más reciente es la de Cerro Dragón, en Chubut. El Gobierno provincial firmó la reconversión de la concesión del área para que Pan American Energy (PAE) obtenga gas de la Formación D-129. Si nos concentramos en los permisos activos, este es el único fuera de Neuquén. Será por 35 años.
La formación ya había sido explorada por YPF y Tecpetrol, sin obtener resultados alentadores. Un caso similar es el de Salta, donde las empresas Tecpetrol y Pampa Energía estudiaron la formación Los Monos, con amplio potencial en el shale gas pero con una profundidad más que desafiante, que oscila entre los 3.000 y 6.000 metros. En este caso, la exploración no fue más allá.
En Río Negro, los avances exploratorios de Vaca Muerta arrojan resultados alentadores, pero aún no hay Cench entregadas. «Tenemos tres permisos exploratorios con objetivos no convencionales que si llegan a declarar la comercialidad pasan a Concesiones de Explotación No Convencionales«, marcaron desde la secretaría de Energía a este medio.
Estos son Confluencia Norte, Confluencia Sur y Cinco Saltos Norte. Los dos primeros los tiene PGR. La firma comprometió una inversión de nada menos que 190 millones de dólares. El tercero está en manos de Capex, que fue el último permiso firmado en marzo