Mientras el oro mundial se tambalea, la provincia sostiene la producción junto a Santa Cruz y San Juan, en un sector clave para el país.
En un escenario internacional marcado por la incertidumbre y los vaivenes del precio del oro —empujado en buena parte por las tensiones económicas globales y la guerra comercial que reavivó Donald Trump—, la minería argentina mantiene el pulso. Y en esa resistencia, Catamarca emerge como una de las principales fortalezas auríferas del país, junto a Santa Cruz y San Juan.
Catamarca, pilar productivo
Con una histórica tradición minera, Catamarca se mantiene entre las provincias que lideran la producción de oro. A pesar de un contexto global adverso y un escenario nacional que, según alertan desde el sector, enfrenta una posible merma en los próximos años, la provincia sostiene sus niveles de actividad y consolida proyectos que resisten el declive que afecta a otros emprendimientos.
Por eso, el rol de Catamarca y su continuidad operativa cobra especial relevancia. La provincia, junto a Santa Cruz y San Juan, forma parte del núcleo duro que mantiene en marcha la minería aurífera, mientras otras regiones, como Río Negro, comienzan a incorporarse con nuevas propuestas como el proyecto Calcatreu, que obtuvo licencia ambiental y prevé una inversión total de hasta 250 millones de dólares.
Panorama nacional: luces y sombras
A nivel nacional, 2024 fue el tercer mejor año de la historia para la minería argentina en términos de exportaciones. Según datos de la Secretaría de Minería, el 5,9% de las exportaciones del país provinieron de productos mineros, con un salto del 23% respecto al promedio de los últimos trece años.
Si bien el litio —principalmente en los salares del NOA— empieza a ganar protagonismo, el oro volvió a ubicarse en lo más alto del podio exportador. Solo los años 2012 y 2011 lo superaron en volumen despachado.
Catamarca, que ya es protagonista del boom del litio, también conserva su lugar central en la producción de oro, sosteniendo empleo, inversión y movimiento económico en sus comunidades.
En palabras de los expertos, el futuro no es inmediato, pero sí se está gestando: el desafío será sostener la actividad actual mientras los proyectos en exploración logran dar el salto a la producción. En ese equilibrio, Catamarca cumple un papel vital, como bastión de una actividad que sigue traccionando desarrollo en el interior profundo del país.
Fuente: Dinamicarg