
En una entrevista exclusiva, Federico Susbielles trazó un panorama de lo que vivió Bahía Blanca y lo que se viene en el corto, mediano y largo plazo, en el marco del 197 aniversario de la ciudad.
Para Federico Susbielles, el 7 de marzo último fue un antes y un después, en su vida personal y en la historia de la ciudad.
Si bien le tocó, a poco de haber asumido como jefe comunal, enfrentar las devastadoras consecuencias del temporal del 16 de diciembre de 2023 y luego los de la granizada del 2 de febrero, la inundación generada por las lluvias llevó todo a una gravedad extrema.
“Lo que pasó antes de ese hecho parece que es parte de otra ciudad, de otro plano: todas las prioridades y referencias cambiaron ese día”, señaló en el sillón de su despacho.
“Este es un año especial para Bahía Blanca, es un momento de introspección, de recogimiento y de acompañamiento, en el cual tenemos que estar cerca de los vecinos, acompañándonos entre todos. Pero también es tiempo de dar un mensaje claro y de determinación, consciente de mi responsabilidad como intendente y lo que significa serlo en este momento”, indicó.

Mencionó que siempre tuvo en claro que ocupar un cargo público significa tener “una herramienta de transformación y gestión” y que llegó a este cargo “con el afán de servir”.
“Agradezco poder hacerlo en este momento. Sé todo lo que tengo que absorber; conozco lo que la gente está viviendo, individual y colectivamente; y me siento con la fuerza suficiente para afrontarlo, una fuerza que no es individual, porque trato de representar a una comunidad de la que estoy muy orgulloso, por su resiliencia, por su temple y su perseverancia. Me parece que en cada situación y cada oportunidad hay que reflejar eso. Este es un momento de austeridad y de pensamiento interno, pero también de tener en claro que este momento hay que atravesarlo trabajando, teniendo objetivos claros y prioridades. No tengo dudas de que vamos a salir fortalecidos”.
La prevención evitó un desastre mayor
Desde el temporal de 2023, Susbielles reconoció estar sensible a las cuestiones climatológicas y atento a sus posibles consecuencias. Una muestra de eso fue que el día anterior a la inundación, el jueves 6 de marzo, estando en su casa con su familia, recibió el llamado de Defensa Civil poniéndolo en conocimiento del paso de alerta amarillo a naranja.
“Le pido al director de Defensa Civil ver las imágenes satelitales y noto una configuración extraña, que alertaba sobre eventos que después pueden o no provocarse porque dependen de muchas variables, pero que a mí me generó preocupación. En ese momento tuve en claro que había que tomar medidas preventivas. Sobre las 20 logramos suspender las clases y acordamos con la Corporación no abrir los comercios”, contó.
Y añadió: “También suspendimos el servicio de ómnibus y hablamos con la universidad para que cancelen los cursos de ingreso. Fueron todas decisiones que tomamos con nuestro equipo, incluso a sabiendas que nunca en la región se habían suspendido actividades por un alerta naranja. El alerta roja recién se dio a las 8 de la mañana del viernes. Sin esas decisiones todo hubiese sido mucho más terrible”.
Al mediodía la catástrofe era una realidad, inédita y violenta.
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“Creo que no voy a vivir momentos tan difíciles como los de ese día en toda mi vida. Fueron críticos, con muchas decisiones extremas, presiones y absorbiendo los reclamos de la gente. Yo agradezco haber tenido la posibilidad de haber servido a la ciudad en ese momento, así como acepto toda la responsabilidad y todas las críticas. Estoy muy orgulloso de cómo actuaron los bahienses: me siento el intendente de la mejor ciudad del mundo, por su ciudadanía y por la fuerza que tiene”.
Lo que sigue
Para el jefe comunal lo ocurrido el 7 de marzo dejará huellas profundas en cada persona y en cada familia, en cada comerciante, en las pymes, en la infraestructura, asumiendo que a más de un mes del hecho todavía se está elaborando el duelo y saliendo de la emergencia.
“De qué manera se plantee cada uno de ahora en más está un poco el futuro de Bahía Blanca. Este es un momento de definición, de decidir las obras de infraestructura, de utilizar de manera correcta los fondos que ha puesto a disposición el gobierno provincial y los gestionados por Nación. Vamos a prepararnos para otro hecho semejante y a definir la ciudad a futuro”.
Hoy la ciudad retoma su pulso y eso, a criterio de Susbielles, “no tiene que ver con alguna persona o con esta gestión”, sino que se relaciona con lo que los propios habitantes trasmiten.
“Siempre hay cosas para hacer y para mejorar. Pero tenemos que valorar esta situación de paz y tranquilidad. Si uno observa catástrofes de este tipo siempre hay más cantidad de muertos, hay saqueos, agresiones. Acá pudimos tomar medidas previas que morigeraron las consecuencias y ahora queremos seguir trabajando de esa manera, porque este no va a ser un proceso corto”.
Las obras
Bahía Blanca recibirá dinero para obras, en un panorama donde todo parece centrarse en mejorar sus condiciones hidráulicas.
Sin embargo, el intendente tiene en claro que también existe un plan de obras anteriores a la inundación, de necesidades que no deben dejarse de lado.
“Hay obras de reconstrucción y rediseño hidráulico que no estaban en agenda. Sería un gravísimo error solamente reconstruir lo que estaba, porque si esto vuelve a ocurrir necesitamos obras que puedan mitigar y contener sus efectos. Pero también queremos llevar adelante el plan de obra anterior. Ya el gobernador (Axel Kiciloff) anticipó que, por ejemplo, los recursos asignados a mejorar la provisión de agua se mantendrán. También vamos a reparar calles afectadas, muchos trabajos originalmente no planificados y obras pluviales. Pero la idea es también hacer el 100% del plan planteado para este año”.
Estado
“El municipio está muy afectado en su economía porque la ciudad lo está”, detalló Susbielles en referencia al impacto de la inundación en los recursos financieros.
“Vamos a tener una complicación económica, este año y los venideros. Teníamos dos alternativas: contraer y esperar o apostar por la recuperación y tomar medidas que acompañen a los distintos colectivo. Por eso asignamos obras a resolver con fondos provinciales y otras con recursos nacionales, articular la ayuda a los hogares y arbitrar medidas de apoyo a los comerciantes e industrias. Estamos haciendo un esfuerzo fiscal muy importante, exceptuando distintas tasas, hay un fondo de reactivación económica para sectores que no pueden acceder a los créditos bancarios y para restaurar clubes, asociaciones civiles y sector cultural, entre otros”.
De esta manera las decisiones del municipio están puestas poner de pie a la ciudad y que recupere su vigor económico.
“Tenemos todo para salir adelante. La situación sigue siendo compleja y critica, pero vamos a superarla y en pocos meses retomar poco a poco la normalidad”.
Frases
–“Nosotros (por los funcionarios municipales) somos afortunados por estar hoy en este lugar. Sentiría mucha impotencia sino tuviera la posibilidad de estar articulando y llevando adelante este proceso”
–“Hace unos días, directivos de la Cruz Roja internacional me mencionaron no tener registro de una catástrofe de esta magnitud que no haya generado conmoción interna, saqueos, rotura del estado de derecho. Yo estoy muy orgulloso de ser intendente de una ciudad donde sus habitantes han demostrado semejante calidad humana, con muestras de heroísmo y de socorrismo, aguantando con paciencia que llegue la ayuda. En esa capacidad, en esa individualidad y humanidad está la clave para que la ciudad salga adelante”
–“Hay que ser claro en las prioridades y optimizar hasta el último recurso. Apostamos a la reactivación. Si el motor económico no arranca, la ciudad va a estar mal, tomemos las medidas que tomemos”.
–“Vamos a mantener las medidas de fomento e incentivo, promoviendo un esquema de compre local, con un criterio de que la gente invierta y motorice la ciudad. Si esta maquinaria se pone en funcionamiento, el municipio va a estar bien”.