Hacia una Autonomía Municipal real y mendocina

La diputada provincial Jimena Cogo reflexiona sobre el proyecto de ley presentado en la Legislatura.

Foto: Prensa Legislatura de Mendoza
Jimena Cogo

Nuestra provincia enfrenta hoy un debate clave para su desarrollo democrático, institucional y territorial: la autonomía municipal. Esta propuesta no es un ideal abstracto ni una moda jurídica. Es, por el contrario, un mandato constitucional y una oportunidad concreta para reorganizar el Estado desde sus bases, acercarlo a los ciudadanos y garantizar un crecimiento más justo e inteligente para cada uno de nuestros 18 departamentos.

Presentamos en la Legislatura el Proyecto de Ley para el Inicio del Debate sobre la Autonomía Municipal en los Departamentos de la Provincia de Mendoza. Esta iniciativa no impone un modelo, no promueve rupturas ni reformas inalcanzables. Propone algo elemental pero profundo: abrir una instancia participativa, técnica y plural en toda la provincia, para que municipios, legisladores, universidades, organizaciones y vecinos podamos reflexionar juntos sobre cómo implementar la autonomía municipal que ya reconoce la Constitución Nacional en su artículo 123.

Desde 1994, la Carta Magna garantiza a cada provincia la obligación de asegurar la autonomía de sus municipios en los planos político, institucional, económico, financiero y administrativo. Sin embargo, Mendoza aún no ha sancionado una ley que reglamente ese derecho ni ha habilitado la posibilidad de que sus municipios dicten cartas orgánicas. Hoy, en pleno siglo XXI, seguimos rigiéndonos por una ley orgánica provincial sancionada en 1934.

Este proyecto reconoce que la autonomía municipal no es separatismo, sino todo lo contrario: es más y mejor federalismo. Es fortalecer al Estado provincial desde lo local. Es aplicar principios como la subsidiariedad, que dice que las decisiones deben tomarse lo más cerca posible de quienes las viven. Es trabajar con coordinación, concertación, gradualidad, y con respeto a la equidad territorial.

También entendemos que hay puntos críticos:

• No todos los municipios tienen la misma capacidad institucional o fiscal.

• La autonomía mal entendida puede reproducir desigualdades o desconexión entre niveles de gobierno.

• Es imprescindible garantizar participación ciudadana, control y rendición de cuentas.

• Y se necesita una nueva ley que sea realista, flexible y adaptada a cada realidad municipal.

Por eso, este proyecto establece un mecanismo participativo para iniciar el debate en la Legislatura y replicarlo en cada departamento. Prevemos jornadas de capacitación, informes, una comisión de seguimiento y un compromiso concreto de construir una futura Ley Provincial de Autonomía Municipal, que respete nuestras particularidades y cumpla con los estándares constitucionales y democráticos.

Las experiencias de otras provincias como Córdoba, Chaco, Santa Fe o Río Negro nos demuestran que la autonomía no solo es posible, sino que produce beneficios concretos: mejor gestión de servicios, mayor inversión local, más eficiencia, más participación y mejor calidad institucional.

El 65% de los mendocinos, según el Observatorio de la Democracia Local, cree que sus municipios deberían tener más poder de decisión. Esta demanda ciudadana es razonable, justa y está respaldada por la Constitución Nacional. Nuestro deber como representantes es canalizarla con responsabilidad.

No se trata de imponer, sino de habilitar. No de romper, sino de fortalecer. Este proyecto no clausura ninguna solución, sino que abre un proceso. Un proceso mendocino, democrático y profundamente federal. Es hora de pensarnos como provincia con realidades diversas, pero con un objetivo común: un Estado más presente, más eficiente y más cercano a la vida de cada vecino

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