
La compañía solicitó una tercera propuesta de inversión con el objetivo de profundizar su segundo periodo de exploración. Podrían invertirse unos 15 millones de dólares en un proyecto de largo aliento.
Un proceso de largo plazo
Aunque los números y la actividad en torno a la Vaca Muerta mendocina entusiasman a referentes del sector, hay que tener en cuenta que la mirada es en el largo plazo. De este modo, el plazo que YPF tiene por Ley para concretar su propuesta del segundo pozo exploratorio es de cuatro años, es decir que tiene tiempo hasta 2028 para cumplir con su compromiso. “La idea es que se ejecute lo antes posible, pero las fechas son esas según la norma”, destacó el director de Hidrocarburos.
Desde el punto de vista técnico, Vaca Muerta posee lo que se denominan diferentes niveles de navegación. En Mendoza, el petróleo se encuentra a unos 200 metros de profundidad, pero hay tres niveles que se observan de manera horizontal y que YPF ha llamado “cocina, orgánico inferior y orgánico superior”. Erio explicó que si los primeros indicios obtenidos en la exploración hubieran sido malos, la compañía no hubiera continuado para pasar a un segundo periodo exploratorio. Sin embargo, luego de la evaluación geológica es preciso proyectar la producción y observar si se trata de una inversión rentable al momento de la explotación del yacimiento del no convencional.
Para esto, luego de concretar con la exploración se suelen realizar ensayos sobre el pozo para comprobar dicha producción y calcular su rentabilidad o no en función de las variables macro, de mercado y generales. Por caso, en la zona de Vaca Muerta de Mendoza –de prosperar su explotación- será preciso realizar inversiones concretas que agreguen valor al producto extraído en sí. Entre otras obras, habrá que realizar inversiones para tratar el petróleo o conducir el gas hasta donde YPF posee la infraestructura para hacerlo.
La semana pasada durante una visita a Estados Unidos, el CEO de YPF Horacio Marín no solo confirmó en la desinversión total en las áreas maduras sino su gran apuesta a Vaca Muerta. En este contexto el ejecutivo afirmó que a partir de 2026 solo se concentrarán en el no convencional. Esto porque la prioridad de la empresa será incrementar la rentabilidad y no solo se apostará por esta zona estratégica sino también por reducir costos.
En Mendoza, YPF finalizó con el proceso de desinversión de las áreas maduras del denominado proyecto Andes. Sin embargo, todavía posee otras áreas de convencional en la provincia. En este sentido, más allá de las declaraciones mencionadas, no existe nada oficial que indique que YPF dejará las áreas en donde todavía opera. Entre otras, Valle del Río Negro, Cerro Fortunoso, Chihuido de la Sierra Negra en el Sur de la provincia. A estas se suman las áreas de recuperción terciaria Chachauén Sur y Cerro Morado