
Nación identificó la infraestructura vial, ferroviaria y energética que deberá acompañar los proyectos de litio y metales, con foco en NOA y Cuyo.
Por Ignacio Ortiz
La Secretaría de Minería de la Nación identificó los requerimientos de infraestructura para el desarrollo del sector durante la próxima década en cuatro grandes regiones del país, haciendo foco en las necesidades de rutas y caminos, transporte ferroviario, suministro energético a través de líneas de alta tensión o gasoductos, y puertos de exportación.
El trabajo relevó el desarrollo de la minería metalífera y de litio en Argentina, los que considerando la expansión de los proyectos de cobre, litio, oro, plata y uranio desde 2020, vienen realizando anuncios de inversiones por más de u$s 20.000 millones.
Además, se proyecta que, de realizarse las inversiones correspondientes, las exportaciones se multiplicarán por cuatro veces para el año 2030 y por cerca de seis veces para el año 2035, un proceso que sería impulsado por el incremento en las cantidades exportadas de cobre y litio.
Para el cumplimiento de estas estimaciones la infraestructura adecuada se considera factor clave para la competitividad del sector minero, optimizando el transporte, la energía y la logística, y generando beneficios adicionales para las comunidades cercanas a las zonas mineras.
El análisis contempló la mineralogía de cada sector, teniendo en cuenta en el NOA la expansión de proyectos de litio en salares y potencial producción de cobre; en Cuyo el gran potencial de producción de cobre y oro; en la Patagonia la consolidación como principal región productora de oro y plata; y en la zona Centro, nodo clave de transporte y exportación con salida al Atlántico.

El litio del norte argentino
De esta manera, en el NOA se plantean requerimientos viales para la zona en donde se ubican una gran cantidad de salares con proyectos en producción (o con perspectivas de iniciar operaciones en el corto y mediano plazo) de litio. Allí, se identifica la mejora del trazado de un corredor vial que conforma un anillo de transporte que fomente el desarrollo logístico y comercial en la zona.
Este recorrido comprende un total de 1.088 kilómetros y está compuesto por tramos principales: de la ruta nacional 51, ruta nacional 68, ruta nacional 40 y rutas provinciales 17, 43 y 27 en las cuatro provincias de la región. A nivel ferroviario, se identifican mejoras en el Ferrocarril Belgrano Cargas mediante la rehabilitación y puesta a punto de los ramales C15, C14 y C12, así como la conexión con países limítrofes como Chile y Bolivia, desde distintas localidades y salares salteños.
A nivel energético, en lo referente a transporte de gas, se identifica realizar el mantenimiento de los gasoductos Atacama, Puna y Fénix. Además, se plantea la instalación de un compresor ubicado en la zona aledaña al Río de Las Burras, ubicado en la cabecera del gasoducto La Puna, en Salta.
Por otro lado, según las proyecciones de la CAMMESA, se identifica la necesidad de crear nuevas líneas de transmisión eléctrica en la región en trazos a definir con el avance de los proyectos, pero que pueden incluir más de una provincia. Tal es el caso de líneas futuras de 132 kv (bi regional) Tramo Tinogasta (Catamarca)-Aimogasta (La Rioja) o de 500 kV (bi regional) Tramo Chaparro-Antofagasta de la Sierra-Puna-Cobos.
Las necesidades de la minería cuyana
En Cuyo se identificaron, en tanto, los mayores proyectos de inversión vinculados a la minería metalífera de los próximos años, y allí a nivel vial se identificaron las mejoras para la conexión entre las provincias de la región y los desarrollos mineros en miras de optimizar el transporte.
En ese apartado se destaca la ampliación a autovía o mejora de ruta nacional 7 en todo su trazado dentro de la región, al igual que lo que se espera para ruta nacional 40 y la ruta nacional 146. También se plantean mejoras en el trazado y pavimentación de rutas provinciales y cruces a Chile en los pasos Pascua Lama, Agua Negra, Los Libertadores, Pehuenche, Las Leñas o Pircas Blancas.
A nivel ferroviario, se identificó la mejora y ampliación de las vías del Ferrocarril San Martín hacia Rosario en toda la zona regional; en la provincia de San Juan, la reparación y reactivación del ramal A-7 del Belgrano Cargas en el tramo Jáchal–Albardón, y finalmente, en Mendoza, se propone la rehabilitación del paso ferroviario trasandino hacia Chile.
En la demanda energética, se presentan tanto mejoras que abarcan a varias provincias de la región como también otras son específicas de solo alguna de ellas. Según las proyecciones de CAMMESA se identifica la necesidad de crear nuevas líneas de transmisión eléctrica en particular las dos obras birregionales vinculadas a provincias del NOA.
Por otro lado, las mejoras regionales constan de la construcción de líneas de tensión de 500 kv en tramos aproximados entre Plome-O’Higgins-Charlone-Río Diamante y Tramo Chaparro-Sur de La Rioja.
Estas obras dan marco al análisis de aspectos clave como transporte, logística, provisión de agua y energía en el contexto del creciente interés en el sector minero. Este escenario permite evaluar el potencial de inversión en infraestructura, impulsado por una serie de proyectos estratégicos que serán determinantes para el desarrollo del sector. Entre ellos, se destacan 24 proyectos en producción vigentes al primer trimestre de 2025