La compra de folletos y una obra municipal quedaron bajo la lupa. La cifra en juego es varias veces millonaria.
Las sospechas y el escándalo sobrevuelan la convulsionada administración de la Municipalidad de Calingasta. Esta vez, un concejal denunció al intendente Sebastián Carbajal por el pago con fondos públicos de millonarios sobreprecios en la contratación de una imprenta y la construcción de una pileta de natación en el camping municipal.
En el primer caso, el denunciante se tomó el trabajo de pedir presupuestos en otros proveedores y salió a la luz que el jefe comunal habría desembolsado casi 40 veces más de lo que correspondía. El caso ya es investigado por la Justicia Penal.
La denuncia ingresó el viernes a la UFI Delitos Especiales, pero recién trascendió en las últimas horas. Fue formulada por el edil Santos Zarate, que pertenece al bloque del PJ, es decir, al mismo espacio que el jefe departamental.
El escrito ya está en manos del fiscal Francisco Micheltorena y consigna que Carbajal mandó a hacer 1.000 folletos (aparentemente eran para promocionar turísticamente Calingasta) y pagó con recursos del municipio $4.920.629. Frente a la sospecha de que es una suma inflada, Zárate pidió presupuestos en dos imprentas de la capital sanjuanina por el mismo material y las cifras que le dieron son muy inferiores: $113.430 en un caso y $125.402 en el otro.
Hay un elemento más a tener en cuenta. Los folletos se pagaron en marzo del año pasado y los presupuestos aportados por el concejal son de noviembre. Ocho meses de diferencia en los que se acumuló una alta inflación y así todo, la diferencia con el monto pagado es abismal.
La factura, de acuerdo a la denuncia, se emitió a nombre de Rodolfo Gustavo Sánchez, de quien no hay datos precisos. Por el momento, no se sabe si es del departamento, si tiene una imprenta o si se trata de un intermediario, aseguraron fuentes vinculadas al caso.
El otro hecho en el que se enfoca Zárate tiene que ver con la obra de la pileta municipal. El edil advierte que costó unos $43.000.000, que Carbajal la hizo por contratación directa, a pesar de que la Ley de Contabilidad exige llamar a licitación por el abultado monto y que no rindió nada.
Zárate indica en el escrito que sobre la construcción de la pileta hay muchas sospechas y nada de información por los constantes incumplimientos del intendente. Asegura que no pidió autorización al Concejo Deliberante para afectar esa partida a la obra como manda la Ley Orgánica de Municipalidades, no llamó a licitación y desde junio no presenta los partes diarios y los balances mensuales. Incluso, ante la falta de esa información, sostiene que el valor de la obra trascendió por “comentarios de la gente”.
No es la primera vez que el municipio calingastino queda envuelto en polémica en lo que va de esta gestión, especialmente entre oficialistas. Lejos de la unidad que desean en el PJ para ir a las urnas este año y en 2027, Carbajal y algunos funcionarios mantienen un fuerte enfrentamiento que de tanto en tanto recobra fuerza con declaraciones y acusaciones cruzadas.
El punto de partida fue cuando el intendente se peleó con el diputado departamental y exjefe comunal Jorge Castañeda y lo denunció penalmente por anomalías en la gestión anterior. La movida terminó con un revés para el jefe comunal, ya que la Justicia desestimó el planteo por no encontrar pruebas.
El segundo round no tardó en llegar y terminó en un fuerte quiebre entre Carbajal y su excompañera de fórmula y presidente del Concejo Deliberante, Patricia Castillo. Después, el titular del Ejecutivo municipal fue más allá y arremetió contra los concejales peronistas, a quienes acusó de ponerles palos en la rueda y no ser parte de su equipo.
El último capítulo excedió ese ámbito, cuando Carbajal se enfocó en la prensa. Anunció que solamente los medios que tienen pauta del municipio podrán cubrir las actividades oficiales del departamento, lo que le valió una lluvia de cuestionamientos y la tensión con parte del periodismo.