
Un claro ejemplo es el desarrollo de Jáchal (zona en la que está ubicado el proyecto Gualcamayo) de la producción de cebolla, transformándose en uno de los principales productores con importante llegada a todo el mercado nacional y exportando a mercados muy competitivos como Brasil. Una paradoja esos productores jamás tuvieron que tirar una cebolla por «contaminación minera» pero sí por los bajos precios que hacían insostenible la producción como hace un par de años atrás.
Gualcamayo: Un pilar de la minería sanjuanina
La mina Gualcamayo, ubicada (como ya dijimos) en Jáchal, bien al límite entre San Juan y La Rioja, ha sido uno de los pilares de la industria minera de la provincia, destacándose como la segunda mayor productora de oro de la región. Sin embargo, en los últimos años, su producción había disminuido, señalando un posible agotamiento del yacimiento.
En 2018, Yamana Gold vendió Gualcamayo a Mineros S.A., una empresa de capitales colombianos que continuó con las operaciones hasta 2022, cuando la mina se convirtió en su proyecto de menor rendimiento. En ese momento, Mineros anunció que el agotamiento del mineral ocurriría entre 2023 y 2025, y planteó la posibilidad de un cierre temporal. Sin embargo, al igual que ocurrió en 2017, la empresa comenzó a explorar alternativas, como la extracción de mineral en Carbonatos Profundos, un nuevo yacimiento descubierto debajo de la mina subterránea.
Hay que destacar que la propiedad minera de Gualcamayo tiene una superficie aproximada de 38 mil hectáreas, de las cuales solo están exploradas a fondo el 5%.
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El futuro de Gualcamayo: inversión y sostenibilidad
En septiembre de 2023, el Grupo AISA —a través de su empresa Eris LLC— adquirió la mina Gualcamayo (ubicada en Jáchal, San Juan), que ya había presentado un plan de cierre ante el Gobierno de San Juan.
Ricardo Martínez, director ejecutivo de Minas Argentinas, la rama minera del grupo, es presidente de la Cámara Minera de San Juan y una referencia ineludible en la actividad (a tal punto que es uno de los descubridores, nada más y nada menos, que de Veladero). Cuenta sobre el proceso de extensión del proyecto jachalense, “Comenzamos la revisión a mediados del año pasado, cuando la empresa anterior ya había presentado el plan de cierre, y concluimos que el proyecto tenía reservas y que había un gran potencial de exploración para continuar encontrando mineral. Además, había otro activo que no había sido considerado por la empresa anterior en la etapa de cierre, que es todo el oro que está en condiciones de ser recuperado de la pila de lixiviación”.
A ese oro se le suman los recursos de Carbonatos Profundos, que Martínez estima en 2 millones 600 mil onzas. “Eran el atractivo de ese momento y hoy los proyectos han avanzado fuertemente. Tenemos más avanzado el de recuperación de oro de la pila, que ya está en los niveles de producción que tenía la mina el año pasado, con una operación mucho más pequeña y rentable”. Sobre el proyecto Carbonatos Profundos, asegura que es una realidad que ya tiene una prefactibilidad y un cálculo de reservas auditado internacionalmente, y que se está progresando en los estudios de factibilidad con preponderancia en la geometalurgia, “es decir, cómo se va a hacer para extraer ese mineral, que es minería subterránea, que nos lleva a profundidades entre 450 y 800 metros al final de la etapa de minado, que se considera de entre 15 y 17 años”.
Todo ese proceso, que además incluye la construcción de un parque solar que provea la energía que necesita el emprendimiento y la construcción del gasoducto que llevaría no solo el gas a la mina sino también a toda esa zona del norte sanjuanino, está incluido en la presentación para acceder al RIGI por inversiones de 1000 millones de dólares.
Gualcamayo: Una Ciudad Minera Autosuficiente
Gualcamayo es una ciudad en sí misma: dos “hoteles” donde, en su momento de mayor expresión, llegaron a vivir 1500 personas, hospital, planta de tratamiento de efluentes y residuos, central eléctrica, cuerpo de bomberos y reglas de seguridad y circulación estrictas.
En los emprendimientos mineros, nada es más apreciado que ver cada día cómo suma el cartel de días sin accidentes.
Hoy en Gualcamayo trabajan, aproximadamente, entre directos e indirectos, unos 450 hombres y mujeres que, en su mayoría, cumplen un régimen de 7 por 7.
Gualcamayo además tiene una particularidad sobre otros proyectos mineros: está ubicado apenas a entre 1600 y 2000 metros sobre el nivel del mar y a solo 2 horas y media de la ciudad de San Juan, todo por ruta asfaltada.
Recorrer San Juan sin condicionamientos ideológicos ni información falsificada es un gran desafío y un gran aprendizaje para entender que las actividades productivas e industriales pueden no solo convivir, sino crecer.