
Pese a que el plan por US$ 1.000 millones fue presentado en noviembre y el Gobierno nacional tenía 45 días hábiles para responder, desde Minas Argentinas están a la espera. Cómo está hoy y qué viene.
En un momento donde las exploraciones e inversiones para la extracción de oro en Argentina habían entrado en una meseta, en el mes de noviembre se puso sobre la mesa la posibilidad de producir unas 120 mil onzas de oro anuales durante un período no menor a 17 años con una inversión de US$ 1.000 millones en la Mina Gualcamayo mediante un proyecto presentado ante el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) por la Minas Argentinas.
En ese momento, se trató del cuarto proyecto adherido al programa impulsado por la gestión de Javier Milei para aumentar el ingreso de divisas al país y representó el mayor monto de dinero comprometido para la región de Cuyo con este sistema. Sin embargo, pese a que la normativa prevé que en un plazo de 45 días hábiles para la aprobación o rechazo del mismo, desde el departamento de Jáchal, al norte de la provincia de San Juan todavía están a la espera de novedades.
Una visita que puede ser clave
Ante este panorama, quien visitó en la jornada del lunes 24 las instalaciones de Gualcamayo fue el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego. En su primera vez en el lugar, el mandatario se interiorizó sobre los trabajos que se están realizando en el yacimiento y cómo se preparan desde la empresa.
Acompañado por los ministros sanjuaninos de Minería, Juan Pablo Perea, y de Producción, Trabajo e Innovación, Gustavo Fernández, las autoridades llegaron a Jáchal en helicóptero y hasta estuvieron parados sobre la pila lixiviación, donde hoy se centran partes de las labores de la empresa para seguir produciendo oro y plata durante los próximos años.
El Gobernador sanjuanino se refirió al atraso que tiene el proyecto y destacó la oportunidad que presenta para darle una segunda vida una mina que estaba a punto de cerrar sus operaciones. “Lo digo con mucha humildad, creo que tiene todos los ingredientes que debe tener y los requerimientos que exige el RIGI. Y me parece que, en este caso, Gualcamayo los ha cumplido. La necesidad de acceder claramente es muy importante porque definitivamente va a generar un progreso en esta mina que para mí tiene futuro”, destacó.
El funcionario también expresó su compromiso para llevar el tema a futuras reuniones con funcionarios nacionales y abogar para su aprobación. “Estoy convencido de que en futuras reuniones que tenga con el Ministerio de Economía lo vamos a hablar. Si hay cuestiones que suplir o cuestiones que modificar, veo el interés por parte de Gualcamayo de responder ante cualquier situación. Así que será fruto de futuras reuniones. Lo que a mí me atañe, me parece que está muy claro lo que quiere desarrollar la empresa y las inversiones que quiere llevar adelante”, puntualizó Orrego.

Por qué no avanza el RIGI de Gualcamayo
De acuerdo a Ricardo Martínez, director Ejecutivo de Minas Argentinas SA, hoy el proyecto está en “la etapa de consolidación de todas las consultas y respuestas” que les han pedido desde Gobierno Nacional. “Estamos muy atentos al desarrollo, esperemos, final de esa aprobación y que nos pueda dar el puntapié de inicio para gestionar toda la adaptación administrativa que eso genera, los requisitos legales que se generan a partir de la aprobación”, sostuvo.
Los motivos que han llevado a ese atraso, de acuerdo a quien también es el presidente de la Cámara Minera de San Juan, son varios. “Ha habido distintos factores, entre ellos el factor argentino de que enero no se trabaja o se trabaja menos. Esperemos que haya sido ese fundamentalmente el tema de las demoras. También ha habido algunas preguntas que quizá involucran una falta de experiencia. El Gobierno está en su primera etapa de gestión y esto es nuevo, la reglamentación es nueva. Todo el mundo tiene mucho cuidado y mucho detalle en todo lo que está haciendo. Esperemos que sea para mejor y que sea bueno para todos”, se esperanzó.
Un proyecto que va más allá de Carbonatos Profundos
La inversión que pretende hacer el grupo Aisa en Gualcamayo es mucho más que la producción de esas 120 mil onzas de oro anuales que mencionamos al comienzo, las cuales pertenecen a la producción estimada para Carbonatos Profundos (DPC por su siglas en inglés). En total podemos diferenciar cuatro divisiones en el mismo proyecto que se presentó en el VPU (Vehículo de Proyecto Único).
El principal es el Proyecto Carbonatos Profundos, una nueva mina que la empresa construirá en el mismo yacimiento. Para eso, en este momento se encuentran trabajando en la mina subterránea con la construcción de una rampa, es decir, un nuevo túnel, que les permita acceder a sectores más apropiados para la perforación. Así, la empresa podrá obtener datos más precisos sobre el tamaño del yacimiento.
“Estamos en los estudios de factibilidad técnico/económicos, que es básicamente la parte del cálculo de recursos, reestimación y redefinición del cálculo de recursos y reservas. Estamos haciendo dos informes por auditores internacionales que están definiendo los números concretos de las reservas y recursos que quedan pendientes”, aseguró Martínez.
Esos datos les van a permitir hacer ensayos de escala piloto para ser testeados en el laboratorio. A partir de eso podrán tomar definiciones del diseño final de la planta. “Tenemos muchas ideas bastante avanzadas, pero esas muestras nos van a dar el conocimiento final que nos hace falta para una estimación correcta del tamaño y todos los detalles técnicos de la planta de tratamiento”, detalló el experto.
Desde el optimismo, en 2025 y 2026 es el plazo para obtener un estudio de factibilidad técnica más avanzado y comenzar con los permisos. Mientras se ejecutan los permisos, se continuará estudiando el tema técnico/financiero y estiman la construcción para 2027 y 2028 para poner en marcha el proyecto en 2029.

Esta parte del proyecto es la que lleva la mayor parte de la torta de la inversión, con una estimación de US$ 485 millones. DPC, además prevé la generación de 1.000 puestos de trabajo durante la construcción y otros 400 durante la operación.
Asimismo, durante los próximos cinco años seguirán trabajando el la exploración, con una inversión del orden de US$ 52 millones. La nueva exploración no estará solo enfocada en el oro. Durante estos primeros meses de trabajo, la compañía ya encontró fuertes indicios geoquímicos del potencial de uno o más pórfidos de Molibdeno, Oro y Cobre en los sectores más conocidos del yacimiento.
La segunda división que podemos hacer es la de ampliación, refuncionalización y repotenciación de su actual sistema de lixiviación, en el cual ya están trabajando. Esto les permitirá desde este año, producir oro y plata de sectores que ya se consideraban agotados. Estos trabajos demandarán inversiones del orden de los US$ 360 millones aproximadamente.
El plan de inversiones presentado en el RIGI también incluye la producción de cales industriales, que no solo les servirán de insumo para su propia producción, también podrán convertirse en proveedores de otros proyectos mineros del país. Para desarrollar este proyecto la empresa ha planteado la construcción de un gasoducto desde San Juan a Jáchal y a Gualcamayo, lo cual también permitirá extender el abastecimiento de gas natural a la región norte de la provincia. En este caso, la inversión estimada es de US$ 75 millones.
La cuarta pata del VPU es la primera etapa del Parque Fotovoltaico que se construirá en Gualcamayo. Si bien el proyecto integral contempla una producción de más de 800 MW, en este primer RIGI se comprometió la construcción de un parque de 50 MW para uso exclusivo de las necesidades eléctricas de la mina con una inversión de US$ 37 millones