Petróleo y gas en Vaca Muerta: los indicadores que reflejan la transformación de la industria 

Los indicadores de producción en Vaca Muerta evidencian el potencial de la formación y los avances en la eficiencia.

Por Matías Del Pozzi

De la mano de Vaca Muerta la industria atravesó una transformación notable que, durante los últimos años, redefinió el horizonte del sector. Entre los principales indicadores de la actividad a nivel nacional sobresale que, con menos equipos de perforación en petróleo y con menos pozos de gas, el año pasado aumentó la producción de ambos segmentos en Argentina.

Según los registros de la secretaría de Energía de Nación, en 2024 la producción de petróleo y gas shale aumentó un 27% y un 20%, respectivamente, mientras que la del convencional cayó en ambos casos. Sin embargo, si se analiza el total del país, en 2024 se produjo casi un 10% más de petróleo y un 5,1% más de gas.

En términos de equipos de perforación, el promedio mensual entre ambos segmentos fue de 49 rigs en actividad, lo que significó casi un 16% menos que en 2023. A su vez, la cantidad de pozos terminados fue similar en ambos años. Si se analiza solo Vaca Muerta, aunque la puesta en producción de pozos escaló un 35% en petróleo, en gas se ha mantenido igual desde 2021.

Los anteriores son datos con los que se puede graficar de manera sencilla el avance de la eficiencia y, por lo tanto, de la productividad en los yacimientos, y también el foco en el desarrollo del shale de la formación. En lo estrictamente vinculado a la actividad no convencional, la optimización de los procesos se reflejó en la tendencia más reciente del diseño de pozos: ramas laterales más largas, mayor cantidad de fracturas y cañerías de menor diámetro.

El presente de la industria es el resultado, en gran medida, del objetivo que se fijó el sector durante la pandemia de ser más eficientes, que en criollo no es otra cosa más que hacer lo mismo -o incluso más- con menos. A pesar de que ambos segmentos atraviesan una actualidad distinta, tanto en gas como en petróleo hay elementos que lo reflejan.


Vaca Muerta: el salto de escala en petróleo


El año pasado la producción de petróleo en Vaca Muerta fue noticia por impulsar a Neuquén a un nuevo máximo histórico prácticamente todos los meses. Y el dato que lo resume es que la producción de shale oil aumentó un 27,4% en 2024.

Ese aumento compensó la caída de 5,5% interanual que registraron los campos convencionales y, como resultado, la producción total de petróleo en el país aumentó un 9,9%.

En 2024 se engancharon 27 pozos de petróleo shale por mes y a nivel nacional hubo 37 equipos activos por mes. Respecto a 2023, que se registraron 20 pozos enganchados por mes y 47 rigs, se ve un aumento en las conexiones del 35%, con un 21% menos de equipos.

En números

37
equipos de perforación activos por mes hubo a nivel nacional en 2024: 10 menos que en 2023.

Esto resume la menor actividad en el convencional y la mayor concentración en shale. Cuando se analizan a los pozos terminados, el año pasado hubo uno más (46) que en 2023 (45): se trata del segundo registro más alto de los últimos seis años (en 2019 fueron 47).

Los datos son oficiales de la cartera de Energía de Nación, y fueron recopilados por la consultora Economía & Energía (E&E), que lidera Nicolás Arceo.

En resumen, el año pasado se terminó casi la misma cantidad de pozos de petróleo que en 2023, el foco estuvo en Vaca Muerta, y se utilizaron menos equipos de perforación en simultaneo. Esto sucedió mientras la producción aumentó, lo que refleja una mayor eficiencia.


Vaca Muerta: el salto de escala en gas


A pesar de los cuellos de botella que enfrenta el segmento, la producción de gas a nivel nacional aumentó un 5% el año pasado. Esto fue posible porque el shale gas de Vaca Muerta aumentó un 20% el año pasado, y permitió compensar el declino de casi el 7% del convencional.

Entre los principales indicadores se destaca que el año pasado se conectó un promedio de 7 pozos de gas en Vaca Muerta por mes. Lo más importante para remarcar no solo es que desde 2021 el dato no cambia, sino también que en el mismo período la media en el caso del tight bajó de 5 por mes a 3.

Entre ambas formaciones, se terminaron y engancharon 10 pozos por mes el año pasado, y el segmento registró una media mensual de 12 equipos activos: el registro más alto desde 2019.

En resumen, el año pasado hubo más equipos de perforación activos en simultaneo, aunque la terminación de pozos de gas se desaceleró un 17%. El foco también estuvo en Vaca Muerta y es que a pesar de que la conexión de pozos se ha mantenido igual desde 2021, la producción de shale aumentó un 20%.

La evolución de Vaca Muerta plantea un desafío y una oportunidad para la industria energética argentina. La capacidad de maximizar la producción mientras se optimizan los recursos será clave para enfrentar las demandas actuales y sobre todo las que vendrán

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *