
Un estudio internacional resalta la aplicación del RIGI para fomentar las inversiones en el sector minero.

Ecocidio en la Patagonia

Desfasaje trágico
El estudio consideró que estos proyectos podrían iniciar su producción hacia fines de la actual década.
Los autores destacaron además que el proyecto MARA, de Glencore, una de las grandes mineras, se basa en realidad en un nuevo depósito mineral que dispone de plantas de procesamiento e infraestructura previas, las de Minera la Alumbrera, que dejó de extraer cobre en 2018.
CRU subrayó también la envergadura de las empresas involucradas en los proyectos, como BHP, la minera más grande del mundo, Lundin Mining, First Quantum y el desarrollador Junior McEwen Mining.
Por otra parte y según los cálculos de CRU, de los poco más de USD 47.000 millones de ingresos proyectados, un 52% (cerca de USD 24.500 millones) serían ingresos fiscales, principalmente vía el impuesto a las ganancias corporativas, de la Nación (que lo coparticipa con las provincias) y las regalías mineras, que corresponden a los gobiernos provinciales. En este sentido, recordó que las mineras suelen, además, aportar a diferentes fideicomisos para financiar iniciativas locales, con los que buscan ganar “licencia social”.
El “flujo de caja” que calculó el estudio abarca también la porción de los gastos de capital y de los costos operativos que “permanecen en las economías locales”, como los empleos directos y la fracción de los bienes y servicios provistos localmente