
Un estudio reveló que la imagen del presidente Javier Milei sigue en niveles muy altos tras sus primeros 13 meses de Gobierno, mientras que la oposición, fragmentada, tiene un gran desafío por delante
Se acercan las elecciones legislativas y todo el arco político argentino se pregunta cómo pararse frente al presidente Javier Milei, que según una encuesta termina el primer mes de su segundo año de Gobierno con una imagen positiva del 55%. En ese marco, la oposición aparece fragmentada y ni el kirchnerismo ni el PRO superan los 10 puntos porcentuales.
La última edición del informe nacional que realiza la consultora Isasi/Burdman corroboró que aún después de un año de ajuste sostenido, la imagen del presidente Javier Milei se mantiene firme por encima del 50%, mientras que su valoración negativa continúa a la baja: en enero fue del 36%, 3 puntos porcentuales menos que en diciembre.
Si se pone la lupa sobre cómo mide el libertario según la región, los números son todavía más contundentes en la Región Centro (Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe), donde Milei tiene un apoyo del 63%. Este dato ayuda a comprender un poco más los acercamientos de los dirigentes de esas provincias a La Libertad Avanza, ya que entienden que su electorado ya se tiñó de violeta.
En la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires es donde la figura de Milei enfrenta más resistencia, con un rechazo que ronda los 40 puntos y una imagen positiva que perfora el 50% para ubicarse en el 49% y el 48%, respectivamente. Siguen siendo números altísimos si se los compara con sus eventuales rivales. Además, en el resto del país, el impulsor de la motosierra cuenta con un respaldo del 58%.

En términos generales, el 55% de los encuestados aprueba la gestión de Javier Milei, contra un 35% que la cuestiona y un 10% que no tiene una opinión formada. Sin embargo, estas elecciones son legislativas y el líder libertario no estará en las boletas. Ahí es donde aparece la pregunta de si a los candidatos libertarios les alcanzará solo con el sello violeta para capitalizar algo de esa aprobación con la que cuenta el president