
Advierten que el RIGI afecta la producción local, el empleo y la recaudación fiscal y representa una amenaza para las pymes locales.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) está generando efectos concretos en la economía argentina, pero no todos son positivos. La consultora Ariel Kogan y Asociados señala que «las principales inversiones necesarias para el salto productivo de Vaca Muerta, estaban en marcha o planificadas sin necesidad de ningún régimen especial ni de promoción fiscal, aduanera o cambiaria«.
Uno de los casos más recientes es el anuncio de YPF sobre la construcción de los tanques de depósito de crudo en Punta Colorada. La consultora destaca que «empresas neuquinas, rionegrinas, pampeanas o santafesinas tienen capacidad y experiencia en la producción y montaje de este tipo de tanques», sin embargo, «ahora proveerá una empresa Texana«.
El golpe a las pymes
El informe destaca que esta decisión implica que la industria local pierda oportunidades de negocio a pesar de su competitividad y experiencia en el sector, lo que repercute negativamente en el empleo y la cadena de valor local.
Asimismo, considera que este modelo de incentivo desvincula el crecimiento de la actividad petrolera de la promoción de la industria local. En lugar de generar sinergias, «se subsidia a empresas y trabajadores extranjeros que, con su producción, substituirá producción nacional y trabajo argentino».
En el análisis se destaca que la decisión genera una clara desigualdad de condiciones para los proveedores argentinos, quienes deben enfrentar una competencia desleal favorecida por el esquema impositivo del RIGI.
Las inversiones en infraestructura, como el oleoducto Vaca Muerta Sur, ya estaban en marcha antes de la implementación del RIGI. La consultora explica que «se hubiera ejecutado de todas maneras, pero, en este caso, el tancaje lo hubiera fabricado, montado y provisto una empresa nacional».
Es decir, el régimen no solo no era necesario para la concreción de estas obras, sino que además terminó desplazando a la industria argentina en favor de proveedores extranjeros.
Una cuestión fiscal
El RIGI también afecta los ingresos fiscales del Estado. «A costa de ingresos del Estado por reducción de Impuestos (IVA y Ganancias) y de aranceles de Importación», se está favoreciendo a empresas extranjeras en detrimento de la economía nacional.
Estas exenciones fiscales representan una importante merma en la recaudación, lo que a largo plazo puede afectar la capacidad del Estado para financiar políticas públicas y obras de infraestructura esenciales para el país.
El sector petrolero es un ejemplo claro de cómo este régimen puede impactar negativamente a la industria local. «Es un modelo que impide la sinergia«, ya que «el inexorable incremento exponencial de la actividad en Vaca Muerta» no se traduce en un desarrollo equivalente de la industria nacional.
En lugar de fortalecer el ecosistema productivo local, el RIGI genera un esquema donde las empresas multinacionales concentran las oportunidades, dejando a las industrias locales en una posición de desventaja estructural.
El dilema de crecer
Además, la consultora destaca que este escenario afecta a la generación de empleo en el país. Al reducir la demanda de bienes y servicios nacionales, muchas pymes y grandes empresas industriales pueden ver comprometida su continuidad, lo que pone en riesgo miles de puestos de trabajo en un contexto económico ya desafiante.
La promoción de inversiones debe contemplar un esquema más equitativo. Sin medidas que protejan a la industria local, Argentina corre el riesgo de perder capacidad productiva y empleos en sectores estratégicos.
Como advierte la consultora Ariel Kogan y Asociados, el RIGI «incrementa aún más las ya importantes utilidades» de las empresas petroleras, pero sin generar beneficios proporcionales para la industria nacional.
Asimismo, el análisis propone que es necesario repensar el esquema de incentivos para garantizar que el crecimiento de sectores clave como el energético también impulse la producción local, fortaleciendo el tejido industrial y asegurando un desarrollo económico sostenible