Así lo planteó Roberto Goldfarb, dueño de la firma, pero en su momento el supermercado había argumentado baja en las ventas.
Goldfarb participó del último episodio del podcast La Fabrica, en el que distintos comerciantes e industriales argentinos se sientan a debatir la actualidad económica.
En medio de un debate sobre los costos fijos de las empresas, el dueño de Rapanui, Diego Fenoglio volvió a la carga con la discusión sobre las tasas municipales: «Me parece absurdo lo que están haciendo intendentes y gobernadores que están metiendo impuestos ahora a todo el mundo, para salvarse ellos. Le están doliendo los bolsillos a la gente», porque, según dijo «traslado todo a precios». Además, aclaró que «Me ofrecen abrir sucursales en todos lados y no lo elijo porque cobran mucho».
En ese marco, Goldfarb contó la situación que pasa con supermercados Diarco, y puso a la sucursal Lanús como ejemplo. «Hay un municipio que cerré la sucursal por el costo de la tasa municipal. El último que estoy hablando es Lanús», y en línea con la demanda del Gobierno nacional criticó que: «Hay municipios que además de cobrar tasas altísimas, además te cobran en los servicios». Aun así reconoció que «el consumo en mi sector está pegando fuerte. Está muy bajo».
Las declaraciones llamaron la atención porque en mayo del año pasado cuando la empresa decidió despedir a los 25 trabajadores y cerrar la sucursal el argumento de la firma había sido «una fuerte caída en las ventas». Mientras que, el aumento en las tasas municipales para Hipermercados y supermercados se había aprobado en abril, en el Concejo Deliberante de Lanús.
Consultado por El Termómetro, desde el Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús y Avellaneda (SECLA), respondieron al dueño de Diarco y remarcaron que el cierre de la sucursal local «tuvo que ver con la baja en las ventas».
«Ellos querían cerrar 9 o 10 sucursales. Previo al cierre de Lanús, venían de cerrar Berazategui y otras dos sucursales. No tuvo nada que ver el aumento de las tasas», criticaron desde el gremio.
Además, cuestionaron la discusión con la empresa por las indemnizaciones: «se fueron y dejaron a todos tirados, hoy todavía están buscando donde laburar. Tuvimos que accionar con el sindicato porque a trabajadores con 20 años de antigüedad le querían pagar 10. Hoy es muy difícil discutir con el empleador porque con el gobierno tienen todo a su favor».