Vaca Muerta: el motor energético que impulsa el futuro

Día de las Energías 2024.

Con exportaciones récord, proyectos de infraestructura clave y un potencial de producción inmenso, podría posicionar al país como líder global.

Por La Nueva
Con una producción en auge y exportaciones que alcanzaron niveles récord en 2024, Vaca Muerta se consolida como un motor fundamental para la economía nacional.

En ese sentido, en la sexta edición del Forbes Energy Summit, el panel «Vaca Muerta, una realidad» reunió a referentes clave del sector energético y financiero para debatir sobre el presente y futuro de la formación de hidrocarburos no convencionales más importante de Argentina.

El panel, moderado por el editor de Forbes Fernando Heredia, estuvo integrado por Leopoldo Macchia, Vice President Commercial at Tecpetrol; Catherine Remy, Country Chair de TotalEnergies en Argentina y directora general de Total Austral; y Mariano Urquiola, Managing Director y Head of Corporate & Investment Banking en Banco Santander.

Catherine Remy, de TotalEnergies, enfatizó la importancia estratégica de la cuenca neuquina dentro de la matriz energética del país.

«De los 750.000 barriles de petróleo que se producen en Argentina, 500.000 provienen de Neuquén. En el caso del gas, de los 150 millones de metros cúbicos diarios, 100 millones son de esta región. Esto no solo abastece la demanda interna, sino que también empieza a posicionar a Argentina como un exportador clave», afirmó.

Remy subrayó el potencial de diversificar la matriz energética más allá de los hidrocarburos.

«Argentina es el perfecto ejemplo de recursos hermosos. Además de hidrocarburos, cuenta con viento estable en el sur y radiación solar excelente en el norte, mucho mejor que en Europa. La transición energética no es solo una oportunidad, es una necesidad para diversificar y maximizar estos recursos», señaló.

Uno de los desafíos recurrentes mencionados fue la limitación de infraestructura para transportar y exportar los hidrocarburos producidos en Vaca Muerta.

«El desarrollo del transporte es clave para eliminar cuellos de botella. Proyectos como Oldelval, que incrementará la capacidad de evacuación a 750.000 barriles diarios en 2025, son esenciales. Pero necesitamos ir más allá, con iniciativas como el ducto de Vaca Muerta Sur hacia Punta Colorada, que diversificaría los puntos de exportación», amplió Leopoldo Macchia, de Tecpetrol.

Además, destacó el potencial del gas natural licuado (GNL) como una herramienta clave para expandir mercados internacionales.

«Vaca Muerta tiene la capacidad de producir 400 millones de metros cúbicos diarios por 20 años. Sin embargo, alcanzar este potencial requiere inversiones significativas en infraestructura de GNL para poder acceder a mercados globales», indicó.

En ese tren, se destacó el crecimiento de las exportaciones de Vaca Muerta, que en 2024 alcanzaron los 3.000 millones de dólares, triplicando los niveles del año anterior.

«Cuando hablamos de impacto en la macroeconomía, Vaca Muerta es un factor positivo. Sin embargo, financiar estos proyectos requiere soluciones creativas y una multiplicidad de estructuras, desde sindicatos de bancos hasta mercados privados y multilaterales», añadió.

 

 

Además, proyectos como Fénix, en la cuenca austral, demuestran que es posible combinar sostenibilidad con rentabilidad.

«Fénix tiene una huella de carbono extremadamente baja y fue desarrollado en tiempo récord, en un contexto macroeconómico complicado. Es un ejemplo de cómo Argentina puede liderar en producción responsable», aseguró la experta.

Brasil surge como un mercado clave para las exportaciones de gas argentino en el corto y mediano plazo.

«La estacionalidad de la demanda en Argentina crea oportunidades para exportar gas a Brasil durante los meses de menor consumo interno. Esto permite aprovechar el declive de Bolivia como proveedor regional y posicionar a Vaca Muerta como un socio estratégico para el mercado brasileño».

Lo cierto es que Vaca Muerta es una realidad y representa una oportunidad histórica para transformar la economía argentina. Sin embargo, alcanzar su pleno potencial requiere enfrentar desafíos significativos en infraestructura, financiamiento y sostenibilidad.

«Vaca Muerta tiene todo para ser un jugador global competitivo. Su desarrollo no depende de un partido político, sino de una estrategia país que priorice la estabilidad y las reglas claras. Si logramos eso, el impacto económico y social será enorme».

Proyecciones

De acuerdo a un estudio de la consultora global PWC, Vaca Muerta podría generar un superávit en la balanza energética de u$s 30.000 millones en 2030, con una producción estimada de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m3 de gas por día. Desde el inicio de su explotación, las inversiones en estos yacimientos alcanzarán los US$200.000 millones.

«Vaca Muerta tiene la capacidad geológica de llevar al país a niveles de producción nunca vistos. En este nuevo escenario, el interés de las empresas locales e internacionales en invertir en petróleo y gas no convencional es muy significativo dado el alto potencial que tiene Vaca Muerta. En los últimos meses, se realizaron anuncios importantes y compromisos de inversión donde el gobierno acordó con distintos actores, nuevas reglas de juego que la hacen aún más atractiva», aseguró Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina, líder de Energía, Utilities y Minería.

Sin embargo, esas ambiciosas proyecciones de producción dependerán de la velocidad de las inversiones futuras, las que se estiman en unos u$s 120.000 millones, «algo posible de lograr ya que tras más de una década desde su inicio, Vaca Muerta demostró estar a la altura de sus pares en Estados Unidos», tales como Permian e Eagle Ford, que producen aún, a niveles superiores que los mencionados.

Para alcanzar su máximo potencial, Vaca Muerta necesita inversiones significativas en infraestructura.

Actualmente, el país consume diariamente 500.000 barriles de petróleo y 130 millones a 150 millones de m3 de gas dependiendo de factores estacionales. «Lograr una producción diaria de 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m3 de gas, tendrán un impacto directo en la generación de divisas para el país por la exportación de excedentes», se aseguró.

Otro aspecto cualitativo destacado es que, a diferencia del campo, la actividad hidrocarburífera es de producción y venta continua, lo que le asegura al Banco Central, un flujo diario constante y razonablemente proyectable de divisas.

En ese sentido, se resaltó que «es importante considerar la capacidad generadora de empleo de esta industria, estudios privados estiman que el desarrollo masivo de Vaca Muerta podría agregar más de 500.000 empleos en forma directa e indirecta».

La construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, con una inversión de US$2.500 millones, que permitirá transportar 500.000 barriles de petróleo por día, y el puerto de aguas profundas en Río Negro, diseñado para reducir costos de transporte y facilitar el acceso a mercados internacionales de las exportaciones de crudo.

La ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner (rebautizado por el gobierno Gasoducto Perito Moreno) y los proyectos Duplicar y Triplicar de Oleoductos del Valle (Oldelval) serán cruciales para superar los actuales cuellos de botella en la capacidad de evacuación

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