
(ADN).- La inversión del Grupo América reactivó la exploración de uranio, un insumo central para energía nuclear que volvió a tener presencia tras el intento europeo de apagar las centrales para dar paso a la transición a las verdes (solar, eólica, hidrógeno), pero la guerra entre Rusia y Ucrania puso en jaque los plazos por el faltante de gas proveniente de la ex Unión Soviética.
Esa crisis provocó -además- que los combustibles fósiles (gas, carbón y petróleo) extiendan su hegemonía. Eso dio un nuevo impulso a Vaca Muerta y la oportunidad para Río Negro de exportar la energía que el mundo demanda.
Si a la producción de uranio se suman los proyectos de extracción de oro y plata y otros minerales como la Bentonita, el Yeso, la Diatomita y el Caolín, Río Negro avanza casilleros en el selecto grupo que antes pertenecía a San Juan y Catamarca (a gran escala), La Rioja, Salta, Jujuy y Santa Cruz.
Además, según explicaron funcionarios de la Secretaría de Energía rionegrina, esas explotaciones -a partir de los avances científicos- ya no requieren tanto caudal de agua y son más sustentables desde el punto de vista ambiental