Latorre habló desde España sobre el recorrido que realizan junto al Gobernador y otros funcionarios por Europa para poder observar de cerca la actividad minera en diferentes partes.
«Acabamos de salir de recorrer Cobre de las Cruces, que es un establecimiento minero fabril. Es toda la cadena de valor, la mina, y toda la cadena de valor hasta el cátodo. Es una mina de First Quantum. Lo interesante es que ese establecimiento minero fabril está en el medio de Sevilla», contó Latorre.
Latorre explicó que cuando la mina se agote, en unos 25 o 30 años, la idea es que toda la comunidad tenga actividades vinculadas al desarrollo tecnológico. Además, comentó que en la zona convive la minería con otras actividades productivas: «Estamos en camino a otra, ahora a una planta de refinamiento y en el camino entre Sevilla y Huelva, veíamos todos los olivares. El plan de restablecimiento del ambiente que tienen, luego de que van cerrando esas celdas que se abren, había algunas que ya a un año, no podías percibir a simple vista a dónde había habido actividad y excavaciones. Todo depende de cómo se hace, yo creo que la Mendoza moderna ya nos está planteando si minería sí o minería no, sino cómo queremos hacer minería».
En esa línea, aclaró que siempre han sido claros acerca de un desarrollo sostenible en la provincia: «No por el cliché del término, sino porque queremos industrias que puedan sostenerse en el tiempo, que puedan compatibilizarse con las industrias en las que ya somos muy buenos y no queremos abandonar. Queremos seguir siendo muy buenos productores de vinos, muy buenos productores agrícolas y a eso queremos sumarles otras actividades que se complementan muy bien, porque el desarrollo tecnológico que trae este tipo de actividades beneficia a todo el entorno».
En referencia a las condiciones para desarrollar la industria, Latorre señaló que más allá del potencial geológico, tiene que haber tres condiciones: «Hay por lo menos tres condiciones que tienen que darse en simultáneo y ninguna es suficiente sin las otras: la estabilidad económica o la certidumbre económica, la seguridad jurídica y la licencia social, además obviamente del supuesto de base, que es el potencial geológico».
La ministra explicó que la idea es ir consolidando estos vectores en paralelo y que se vaya ganando confianza con acciones y con trabajo: «Con desarrollo que genere la confianza en la comunidad de que no solo tiene externalidades positivas sino que en las eventualidades de que algo no funcione bien, tenemos las herramientas concretas, la independencia y la solvencia para poder hacer los controles, la fiscalización y las sanciones del caso».
En referencia a la seguridad jurídica, la ministra señaló que la minería es una actividad que tiene un riesgo alto de por sí y que más allá del potencial, es necesario brindar esta garantía: «En este proyecto que acabamos de visitar, han pasado cientos de años sin que nadie hubiese advertido las anomalías que advirtieron recién en el 94, que fue cuando descubrieron el depósito. De ese momento al 2007 recién pudieron empezar a producir y ahora ya van por una segunda fase. Son industrias e inversiones de largo plazo y necesitan seguridad jurídica».
A su vez, señaló que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales «están haciendo lo suyo» en referencia a la estabilidad macroeconómica: «Se percibe que eso ha llegado a oídos y las agendas de esos grandes inversores y financistas. Tenemos que tener en cuenta que los financistas internacionales tienen que volver a confiar en esa seguridad jurídica y en el cumplimiento de los gobiernos y de los Estados, tanto nacional como local. En ese sentido Mendoza tiene muy buenos antecedentes: viene bajando su stock de deuda progresivamente desde hace 8 años, entonces eso nos para en otra situación a la hora de negociar o acordar y eso es muy beneficioso porque hay mucha infraestructura de inversión asociada a la minería que necesitamos».
Sobre los 3000 millones que mencionó Alfredo Cornejo que esperan de inversión, la ministra señaló que cree que es un número vinculado a todas las actividades, no solo a la minería: «El primer RIGI que entró en el país fue en Mendoza y fue el proyecto de YPF Luz, en El Quemado con el parque solar, no es solamente por minería. Nosotros hemos sido muy sinceros cuando hemos dicho que la primera provincia que adhirió por el puerto Punta Colorada fue Río Negro, pero nosotros fuimos los segundos que adherimos al RIGI. Pero sabíamos que no iban a ser nuestros proyectos mineros probablemente los que primero enlistaran en ese régimen porque nosotros aspiramos a un volumen de muchos pequeños proyectos, pues son los que empiezan con la exploración, pero no califican en más de 200 millones de dólares que es la base del RIGI».
Finalmente, señaló que lo más importante es la reactivación económica: «Una cosa es la inversión y otra cosa es el movimiento económico que genera asociado esa inversión, entonces ese dinamismo de la economía también lo hace muy bien a Mendoza y lo necesitamos»
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