A raíz de esta problemática, la Municipalidad ha intensificado las inspecciones y notificaciones a empresas prestadoras de servicios para retirar el cableado aéreo en desuso, una medida impulsada para prevenir la contaminación visual y el riesgo a los trabajadores en el área urbana. Según Andrés Villalba, director de Electrotecnia, a nuestro medio Despertar Entrerriano, esta intervención se realiza por instrucción directa del Intendente.
Un problema estético y económico
Villalba nos explicó que el cableado aéreo “es una fuente de contaminación visual que afecta la estética de la ciudad y la satisfacción de los vecinos. Además, puede tener consecuencias económicas, como la disminución del atractivo visual y la valoración de las propiedades”. La situación se agrava en el microcentro, donde es frecuente que se instalen nuevos cables sin retirar los antiguos, lo que genera una acumulación desordenada de tendidos.
Notificaciones y sanciones
El municipio ha otorgado un plazo de tres meses para que las empresas regularicen la situación. Según la Ordenanza N° 37565, quienes no cumplan serán sancionados con multas de 0,3 juristas por metro de cable en desuso, equivalentes aproximadamente a 4.500 pesos por metro, considerando el valor estimado de cada “jurista” en 15.000 pesos. Si el incumplimiento persiste, las sanciones serán reiteradas cada 30 días. Para cables que representen un peligro para terceros, las multas oscilan entre 150.000 y 1.500.000 pesos (10 a 100 juristas).
Avances y desafíos
Villalba informó que las notificaciones ya están teniendo resultados, especialmente en el microcentro, donde el 90% del cableado en desuso ha sido retirado. Sin embargo, el desafío ahora es reorganizar los cruces de cables, evitando el estilo “paraguas” y concentrando los cruces en esquinas o zonas específicas.
Modernización del cableado
El avance tecnológico es parte de la solución. “Muchas empresas están migrando del cobre a la fibra óptica y en nuevas áreas se están implementando tendidos subterráneos”, destacó Villalba. Además, la llegada de nuevas empresas exige el cumplimiento de las normativas, lo que impulsa la actualización de ordenanzas que datan de las décadas de 1980 y 1990.
El próximo lunes 2 de diciembre vence el plazo otorgado a las empresas para completar las tareas de remoción, y las autoridades se preparan para tomar medidas más estrictas si las obligaciones no se cumplen.
Fuente: Despertar Entrerriano