Se le va el tren a La Rioja: otra oportunidad perdida con el litio

Queridos Riojanos y Riojanas:

En estos tiempos, en los que la transición hacia energías limpias y renovables es ya una necesidad urgente y no una opción, el litio se ha consolidado como el «oro blanco» del siglo XXI.

Por Néstor Gabriel Bosetti

Fenix Multiplataforma

 

Este mineral, fundamental para el desarrollo de tecnologías sostenibles, podría ser la piedra angular de una economía pujante y de una sociedad con mayores oportunidades. Sin embargo, una vez más, vemos cómo La Rioja queda relegada en un tren que parte hacia el futuro sin nosotros.

Mientras provincias vecinas como Salta, Jujuy y Catamarca han aprovechado su posición geográfica dentro del llamado «Triángulo del Litio» para atraer inversiones millonarias, desarrollar infraestructura y generar empleos de calidad, en La Rioja el avance de proyectos de litio es prácticamente nulo.

Estas provincias no solo están explorando y explotando el recurso, sino que también están adoptando tecnologías innovadoras como la Extracción Directa de Litio (DLE), que permite una recuperación más eficiente y menos dañina para el ambiente. Cada vez más, el mundo demanda litio extraído de manera responsable, y estas provincias ya están en el camino de satisfacer esa demanda.

La Rioja, con su potencial minero, podría ser protagonista en este mercado. No obstante, la falta de una política minera sólida, de una estrategia coherente y de decisiones claras de parte de nuestros dirigentes, nos ha hecho perder el paso.

La oportunidad de ser un actor relevante en el mercado global de litio parece desvanecerse con cada día que pasa, mientras vemos cómo otros toman las decisiones audaces que nosotros no nos animamos a tomar.

No se trata solo de extraer litio. Se trata de desarrollo, de empleo, de ingresos fiscales que podrían destinarse a educación, salud e infraestructura. Se trata de abrirle la puerta al progreso, de mejorar las condiciones de vida de nuestros jóvenes, de ofrecerles alternativas y razones para quedarse en su tierra natal, en vez de buscar oportunidades en otros destinos.

El litio podría ser una de las respuestas a muchas de las necesidades de nuestra provincia, pero seguimos perdiendo el tren. Es cierto que la minería debe gestionarse con responsabilidad y respeto al medio ambiente. Pero también es cierto que con voluntad y planificación, estos proyectos pueden ser una fuente de crecimiento y transformación social. Nuestros vecinos han demostrado que es posible equilibrar el desarrollo económico y la sostenibilidad, y no deberíamos quedarnos atrás en ese desafío.

Como riojanos, debemos exigir a nuestras autoridades una política minera clara y con visión de futuro. No podemos conformarnos con ver pasar una oportunidad histórica. Es hora de tomar decisiones valientes y de sumarnos al desarrollo sostenible que el mundo demanda. Porque si no actuamos ahora, tal vez en el futuro lamentemos haber dejado escapar este tren que, una vez más, pasa por nuestras puertas sin detenerse.

Por este tipo de miradas, es sumamente necesaria la adhesión al RIGI.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *