Los filtros futuros que enfrentarán los proyectos de exploración minera en Malargüe

El distrito impulsado por el Ejecutivo para el desarrollo de la exploración minera ya pasó el primer filtro legislativo y va por el segundo. Lo que llegará después de obtener la totalidad del aval político.

Votos más o votos menos, se da por descontado que en las próximas semanas Malargüe Distrito Minero Occidental (MDMO) pasará el filtro político que impone el artículo 3° de la Ley 7.722. Después de eso, para los 34 proyectos de exploración que tendrán el aval político, será el momento en que comenzarán a enfrentarse a los otros filtros, los propios de la actividad minera.

Tras el primer paso del miércoles en Diputados, seguirá el tratamiento en el Senado y el resultado ya se anticipa, por lo que es válido avanzar y analizar el camino que deben seguir los proyectos y sus propietarios.

La primera cuestión es que tras la aprobación legislativa comenzará el camino por separado de los 34 proyectos. Será una carrera contra el tiempo para cumplir con los planes de trabajo que diseñó cada propietario y que tiene plazos establecidos en el Código de Minería.

Es el momento de comenzar con las inversiones, que se calculan en dólares y que no terminan resultando menores. Estos serán los primeros filtros que la misma industria va configurando en su funcionamiento habitual.

Según la normativa, desde que tienen el visado para la exploración, corren 30 días para que en terreno se inicien los trabajos. Ese puede ser un primer corte, porque quienes no cumplan con los plazos para iniciar con los planes comprometidos ante la autoridad, pueden correr el riesgo de perder sus concesiones.

Por tratarse de una zona subexplorada, como es la mayoría del territorio mendocino, se avanzará con prospección y dentro de lo mínimo que se espera que se realice en esta primera campaña sea una geofísica. La información que se obtenga de los estudios o análisis realizados en el terreno y laboratorios, se convertirán en otro filtro, porque serán las cifras que arrojen estos procesos las que digan «vaya y siga» o «hasta acá llegamos».

Con estos pasos comienzan las resoluciones más complejas, porque cada una significa inversión sin retorno seguro. Los propietarios, con los resultados de sus trabajos sobre la mesa, deben tomar decisiones relevantes, como avanzar o no hacia una exploración avanzada, lo que implica un proceso de sondajes. Allí habrá otro filtro.

Es quizás la decisión más importante a la hora de la exploración, porque los costos aumentan exponencialmente. Un sondaje en zonas altas en la actualidad tiene un costo aproximado de US$500 por metro de perforación, sin considerar todos los gastos operativos que significa llevar el personal, el traslado de los equipos y, si es necesario, preparar el terreno y los caminos para que pueda llegar una perforadora.

La ventaja para cada propietario es que hay una ventana de tiempo importante para analizar opciones e inversiones. En la campaña de noviembre a marzo no se espera que haya algo más allá de la prospección en los 34 proyectos de MDMO, por lo que para pensar en una perforación tendrán varios meses hasta la venta que se inicie a fines del 2025. Eso, siempre que haya algún dato que permita sustentar una decisión de ese tipo.

La gran pregunta que tendrá respuesta después del primer trimestre del 2025 es cuántos de los 34 proyectos sigue con su proceso de exploración y están en condiciones de pensar en una etapa avanzada. En este período, además, se espera que ya esté en proceso la segunda tanda de MDMO, la cual considera en principio un total de 60 proyectos.

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