Fusionaría el IVA, Ingresos Brutos y tasas municipales, cargas que las empresas ya pagan en forma separada y apuntaría a dar de baja otros gravámenes, indicó Osvaldo Giordano.
El presidente del Ieral-Fundación Mediterránea, Osvaldo Giordano, insistió este miércoles con una iniciativa para crear un “super IVA” que desplace la carga impositiva de las diferentes jurisdicciones –Nación, provincia y municipios–, como una forma de eliminar la mayor parte de los tributos que funcionan en la economía argentina.
Al mismo tiempo, el economista advirtió que a partir de ahora resulta complicado darle mayor velocidad a las reformas encaradas por el Gobierno. Giordano expuso ante empresarios y socios de la entidad, en el marco del acto programado con motivo de su 47º Aniversario, que por la mañana contó con un discurso del presidente Javier Milei.
“Cómo bajar impuestos sin morir en el intento”, fue el título de la disertación de Giordano, acompañado por el equipo de economistas que el Ieral despliega en todo el país, muchos de los cuales viajaron especialmente para el evento. Entre estos se contaba a Jorge Vasconcelos, Marcos Cohen, Gustavo Reyes, Gerardo Alonso, Jorge Day, Lucas Dapena y analistas juniors.
La cuestión tributaria, indicó Giordano, es uno de los aspectos “de la reforma estructural, algo imprescindible si queremos que esta experiencia que genera tanta expectativa, se cumpla”, inició el también exministro de Finanzas de Córdoba y brevemente titular de la Anses.
Señaló que “mirando el bosque” impositivo de la Argentina, hay impuestos “buenos”, como IVA, cargas sociales, ganancias, patrimoniales y Aduana; otros que son “malos”, ingresos brutos, cheques, Pais, retenciones, tasas municipales y sellos, y finalmente el “resto” como internos, tasa a los combustibles y alguno más.
Los primeros, aportan el 65% de la recaudación total; los negativos, otro 29% y el resto el 6%. “Los malos impuestos –agregó el titular del Ieral– representan casi un tercio del total de los ingresos del Estado, lo cual afecta de manera decisiva las cuentas públicas y no están centrados solo en la Nación sino en todos los niveles de gobierno”.
Para afrontar la situación, Giordano expuso “tres estrategias”. La primera es la curva de Laffer, por la cual, continuar con el aumento de impuestos termina por afectar la recaudación. “Bajar la presión fiscal no es incompatible con el equilibrio fiscal porque más gente va pagar”, dice esa teoría.
“Podrá funcionar en situaciones puntuales, pero no como estrategia central o única”, dijo. Otro camino es la reducción del gasto público, con un crecimiento de la economía, para luego eliminar impuestos, es decir, el plan “motosierra” de Milei.
La motosierra, regula
Pero Giordano alertó que queda poco margen para esa estrategia. Debería ser un recorte del gasto público “del 20% adicional a lo que ya se hizo”. “Suena bien difícil porque margen hay, pero no va a ser algo rápido, ahora viene una sintonía más fina donde la sucesiva baja del gasto va a requerir más esfuerzo y tiempo”, agregó.
En materia de cifras, el gasto comparado con el PBI pasó del 22,8% el año pasado, a 16,6% con Milei y demandaría reducirse al 13,4%. Las provincias, en tanto, pasaron del 17,3% de 2023, al 14,2% este año y deberían llegar al 9,6%. Inviable.
“No es que no haya que hacerlo, pero sin duda no nos va a generar los resultados rapidos que necesitamos para alivianar la presión tributaria sobre las empresas”, dijo el economista ante los empresarios que participaron del almuerzo conmemorativo.
Y por el lado del crecimiento, la economía debería crecer 3,8% por año durante una década para recién al final del ciclo, siempre y cuando fuera exitoso, poder producir la eliminación de esos impuestos.
Finalmente, Giordano propuso la tercera opción: que los buenos impuestos vayan absorbiendo a los malos impuestos. Para eso se podría generar un “súper IVA” que unifique el IVA, Ingresos Brutos y Tasas municipales, dado que una empresa obligatoriamente paga los tres, aun cuando el IVA recae sobre el consumidor final. “Es una triple burocracia y triple oportunidad de evasión”, dijo.
Para llegar a ese súper tributo habría que superar problemas jurisdiccionales, explicó, pero “tendríamos una situación mucho mejor de lo que tenemos hoy, con altísimos niveles de evasión”, comparado con otros países similares.
Giordano puso el trabajo a disposición del Gobierno en función de que todos los aspectos inherentes a ese esquema han sido estudiados y hay propuestas específicas ante cada interrogante que se plantee, por lo cual lo consideró “viable”.