Vientos de cambio soplan en Rosario y el intendente Pablo Javkin comienza a respirar aliviado. De visita en los estudios de Radiópolis (Radio 2), resaltó el excelente fin de semana que disfrutó la ciudad con diversidad de propuestas culturales y deportivas en el marco de las cuales, los ciudadanos pudieron salir y copar los espacios públicos sin saldo negativo. Para el jefe de gobierno local, la escena es producto de un trabajo focalizado y mancomunado con los gobiernos provincial y nacional que permitieron poner un tope a la escalada criminal.

El lunes pasado estuvo en el mismo estudio el gobernador Maximiliano Pullaro, quien reveló que el domingo anterior, Javkin le había enviado un mensaje de audio cargado de emoción por el clima de concordia que había habitado la ciudad ese fin de semana. Consultado este miércoles al respecto, el jefe del Palacio de los Leones, señaló: “Cuando la gente buena gana la calle la ciudad recupera lo mejor que tiene. Eso viene pasando hace varios fines de semana, éste fue con record de ocupación hotelera”, resaltó.

“Vivimos un marzo muy duro. Somos amigos con Maxi desde los 18 años y hoy tenemos un responsabilidad enorme”, continuó y explicó que se sensibilizó al advertir los resultados positivos logrados en equipo. “Esa evolución, ver que la ciudad se puede recuperar, que la calle se vuelve a ganar. Entonces, el domingo a la noche le mandé un mensaje porque mucho tiene que ver con el trabajo que se hace en conjunto”.

Javkin celebró el presente pero consideró que es necesario avanzar con cautela: “Tenemos incidentes, pasan cosas malas. Pero cambió el volumen y las reacciones”, observó y enseguida destacó lo sucedido ayer: por un lado la firma para urbanizar La Tablada y la presentación de los resultados del Programa de Intervención Barrial Focalizada en Stella Maris y La Bombacha.

“Estamos metidos todos ahí, casa por casa. Cuando uno pone el foco las cosas salen bien”, consideró. Y aseguró: “Antes no se hacían, no había control de las cárceles, no teníamos inteligencia criminal, cuando hacías las la imputativas le avisabas a los demás que se escapen y siempre caía el más gil. Teníamos 21 patrulleros y hoy hay 280, la situación es distinta. No teníamos coordinación con las fuerzas federales”.

“Las muertes en Rosario no eran en toda la ciudad sino en el 13 por ciento, había que meterse ahí y el Plan Bandera se metió. Ahora se comprueba no nos hacían caso”, se quejó.

Luego, analizó: “Lo más duro de estos 4 años fue ocuparse de estar con las familias. Yo me hice amigo de la mamá del Oso Cejas. Había casos tan graves que uno tapaba al otro. Estamos recuperando el tejido social, barrio por barrio, casa por casa”, confió y agregó: “El Estado tiene que estar y también es la seguridad. Antes no se pensaba como derecho y había mucho prejuicio con las fuerzas en la calle. Pero haciéndolo bien, sin que nada pase, es un cambio muy abrupto”