En un encuentro de LIDE Argentina, la vicepresidenta destacó, entre otras cosas, que el país posee “un modelo productivo que tiene las menores huellas ambientales del mundo”
La vicepresidenta Victoria Villarruel destacó a la Argentina como uno de los países que produce alimentos con uno de los modelos productivos de menor huella ambiental a nivel mundial. En un discurso que brindó ayer en un evento que se desarrolló en el Alvear Icon Hotel, señaló que esto se considera como una ventaja competitiva y que el país debe potenciar su desarrollo agroindustrial.
Fue en el XIII Fórum Nacional de Agronegocios de LIDE Argentina, al que asistió con parte de sus asesores vinculados al agro, donde mencionó que la Argentina tiene fortalezas estratégicas, como su diversidad climática, de suelos y capital humano especializado, que la posicionan como un actor clave en la producción agroindustrial global. Según dijo frente a un selecto grupo de empresarios vinculados al agro, la adopción de biotecnología e innovaciones tecnológicas fortalece la sostenibilidad y competitividad de la industria, favorecen el desarrollo regional mediante la producción primaria y la industrialización en origen.
“Hoy nos encontramos con el aumento de la población mundial que actualmente ronda los 8200 millones de habitantes y se estima que para el 2050 llegaría a superar los 9700 millones. Este aumento de la población, trae aparejado una mayor demanda de alimentos que según algunos organismos, como la FAO estiman con un crecimiento superior al 70%. En este contexto se va a desarrollar la producción agroindustrial de las próximas décadas, y en esta situación la región y particularmente nuestro país cuenta con fortalezas para enfrentar este desafío”, dijo en su discurso.
También ponderó la diversidad de climas y suelos del país. “Desde mi mirada, quizás con el rasgo diferencial más importante que tenemos como país, que es el dispositivo social de nuestro sistema productivo. Este capital humano especializado y aplicado al sector y aquí tenemos una muestra de ello, es también de los más competitivos del planeta”, dijo.
Sumado a esto, agregó, la incorporación e implementación de innovaciones, la biotecnología y las nuevas tecnologías de información a la producción agroindustrial fortalecen la sostenibilidad productiva del sistema en una industria que es esencialmente a cielo abierto. “Este ecosistema virtuoso de recursos humanos y tecnológicos nos dan las potencialidades para llevar adelante el desafío presente y futuro. Da la respuesta a la seguridad alimentaria y, por ende, a la seguridad humanitaria global. La Argentina hoy se encuentra en un contexto donde la generación de proteínas es un reaseguro de las naciones”, manifestó.
Agregó que la creciente demanda mundial de productos agropecuarios constituye, una gran oportunidad para el desarrollo equitativo de todas las regiones del país, a través de la producción primaria, y principalmente del agregado de valor e industrialización en origen de esta producción. “Producimos con un modelo productivo que tiene las menores huellas ambientales del mundo y esto juega a favor, y es algo que realmente debemos potenciar. Todas estas actitudes diferenciales nos permiten pensar a la Argentina con un rol central en la generación de alimentos de calidad para la región y el mundo, a través de una agroindustria transformadora y pujante”, afirmó.
No obstante, sostuvo que para esto se necesita una mejora de la matriz productiva, y esto se logra asegurando políticas de Estado sostenibles en el tiempo. Para la vicepresidenta, en esta sostenibilidad se juega la productividad del sistema. “Necesitamos trabajar en leyes que ayuden a reducir las brechas productivas con otras regiones. Leyes que impulsen los desarrollos, la inversión en infraestructura, en inversión tecnológica, en equipos, en procesos de transformación agroindustrial, potenciando así nuestros resultados como conjunto”, siguió.
Por eso, sostuvo que establecer estas bases de desarrollo es sellar un pacto con el futuro. “Nada de esto va a ser posible sin la participación de todos ustedes, sin su rebeldía transformadora; esa que los empuja estar en la frontera del cambio permanente de la innovación, por ende, de la transformación de su entorno. Por eso más campo, más industria, más innovación y más jóvenes profesionales construyendo este pacto con el futuro”, cerró