El ministro de Energía de Neuquén, Gustavo Medele, pone en relieve el potencial productivo del shale y la nueva relación que construye el Estado provincial con las empresas.
Gustavo Medele, ministro de Energía de la provincia de Neuquén, realizó un balance positivo del año en Vaca Muerta, al destacar que la capacidad instalada de equipos de perforación permitirá alcanzar 800.000 barriles diarios para 2028, con un potencial de la cuenca de poner en producción hasta dos millones de barriles.
Medele subrayó la importancia de la infraestructura social y la colaboración entre el Estado y las empresas para garantizar un crecimiento sostenible, así como la necesidad de formación especializada en el sector, dado el creciente requerimiento de recursos humanos.
El ministro también abordó la preocupación por la salida de Exxon, una de las mayores petroleras del mundo, y cómo su decisión forma parte de la dinámica de portafolio de las empresas en un mercado global.
¿Cuál es el balance de este año en el que Vaca Muerta bate récords de producción todos los meses pese al escenario económico?
Si tomas la capacidad instalada es decir, la cantidad de equipos de perforación, los sets de fractura, los camiones, la gente, como si fuera una fábrica, este modelo hace que todos los años se produzcan más barriles. Es decir, que con este modelo, el plateau de producción puede llegar cerca de los 800.000 barriles hacia el 2028, con lo cual esa trayectoria ya está dada por la capacidad instalada, independientemente de las condiciones macro. En términos generales vemos el año más positivo de lo que esperábamos.
¿Cuál es el nivel máximo al que podría llegar Vaca Muerta?
Hoy tenemos 35-36 equipos de perforación, con ese Plateau se puede llegar a poco más de 800.000 barriles por día de petróleo, sin tener en cuenta mejoras de productividad. La pregunta es cuánto puede absorber de actividad la cuenca en términos de camiones, rutas, gente, etc. Se calcula que en los próximos tres años se van a necesitar unos 15 mil nuevos empleados, entre el crecimiento de la actividad, las mejoras de productividad y la gente que está jubilando. Si se pone todo eso en la mesa, es posible que la cuenca absorba 80 equipos de perforación y entre 20 y 25 sets de fractura. Con eso, se puede llegar a dos millones de barriles de producción.
¿Cuán importante es la infraestructura social?
Cuando planificas inversiones como las que necesita Vaca Muerta, hay que pensar en todo, en equipos, gente, donde van a vivir las personas, escuelas, infraestructura. No tiene sentido llevar 20 equipos de perforación a un lugar donde no hay gente porque la van a tener que llevar y traer en avión con los costos asociados que implica.
En definitiva, todo tiene que crecer de la mano. La Provincia entiende esto y por eso ha dedicado el esfuerzo a proveer y resolver esa esa infraestructura. Esta colaboración que se está viendo con las empresas ha sido muy positiva. Porque es claro que todo el mundo entiende que circular por un camino de tierra es más costoso que circular por asfalto. Pero, ¿quién pone la plata? Si no hay una articulación del Estado, una empresa sola no puede. El tema es cómo hacer que todas pongan algo justo porque las empresas están trabajando para el rendimiento de sus accionistas, y por eso es clave esa colaboración con las empresas que lleva adelante el Estado provincial.
¿Es clave recurso humano para Vaca Muerta?
Si, por varios motivos. Primero porque la actividad petrolera es una actividad en la que intervienen muchísimos actores, hay muchas empresas involucradas. Tenés que ser el mayor especialista que existe, no podés conocer algo a medias. En ese contexto es en el que se desarrolla el petróleo, por lo tanto hay que generar especialistas de profundidad. A su vez, tenés que lograr que muchas empresas colaboren, en tiempo y forma, que funcionen como un mecanismo de relojería. Ese mecanismo es la formación en las actividades petroleras, donde la parte colaborativa es fundamental. Tenemos casos concretos, como Vista y Tecpetrol que se embarcaron en el proyecto de fortalecer la escuela secundaria, que invierten en tecnología y equipamiento, y si ellas luego son las que contratan a esos egresados, se van a ver beneficiadas, pero también entendiendo que pueden elegir otras empresas. Esa decisión de colaboración hacia la industria es un cambio real.
¿Por qué este año no hubo mucho movimiento en cuanto a las concesiones de áreas?
La formación de Vaca Muerta tiene mucho espesor, y las empresas hace cinco años atrás se concentraban en un horizonte, pero en 300 metros se pueden poner tres o cuatro horizontes. Entonces es más barato hacer en un mismo lugar cuatro pozos separados verticalmente que expandirte geográficamente. Todo eso evoluciona a medida que la tecnología crece, que se mejora la propagación de la fractura y las técnicas de perforaciones. Es conveniente centrar la actividad donde ya se tiraron los caños, llegan los oleoductos y gasoductos, hay plantas, porque la tecnología hoy permite desarrollar más verticalmente que horizontalmente.
¿Les preocupa la salida de Exxon de Neuquén?
A todos nos preocupa que se vayan empresas del nivel de Exxon. Es la mayor petrolera del mundo, factura 400 billones de dólares por año, su dinero disponible no debe ser de menos de 60 billones de dólares anuales. Claramente tener empresas de ese nivel es bueno para la operación. Así como son empresas tan grandes, la renta que le genera Vaca Muerta no debe ser ni un día de facturación de Exxon, con lo cual la rotación del portafolio en esas empresas es fundamental.
Es una pena que que estén yendo, pero lo entendemos dentro de este portafolio que tienen que manejar las empresas a nivel internacional con opciones en todo el mundo. Son temas estratégicos, ninguna empresa te va a mostrar las fechas de cuáles son sus planes estratégicos. Es una decisión empresarial que la Provincia lamenta. Ellos aportaron muchísimo no al desarrollo de Vaca Muerta, fueron de los primeros que empezaron a hacer pozos horizontales, trajeron alta tecnología. Entendemos que hicieron las cosas correctamente, invirtieron, fue un muy buen impacto que tuvo Exxon en la cuenca, no hay nada que recriminar