Dirigentes del agro cuestionaron la frase “nunca más nos pidan bajar impuestos” que el ministro pronunció ante el sector empresario general en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata; Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria, dijo: “Hemos aportado en cada crisis, primeros en la fila siempre”
Luego de que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, pidiera hoy a los empresarios en general dejar de solicitar que el Gobierno reduzca los impuestos, desde el sector productivo volvieron a remarcar la necesidad de una baja de la presión impositiva. Argumentaron que esta medida es esencial para disminuir la carga sobre los productores, incentivar la actividad y alcanzar un mayor nivel de producción. Coincidieron con el funcionario que es necesario reducir el gasto.
“Nunca más nos pidan bajar impuestos”, expresó Sturzenegger durante su participación en el 60° Coloquio Anual de IDEA en Mar del Plata. “No nos pidan bajar impuestos porque si el gasto se mantiene igual, el impuesto a alguien se lo tengo que cobrar. Me están pidiendo: ‘Bajame a mí y subile a otro’. Ustedes tienen que pedir que bajemos el gasto, porque es un impuesto que cobramos a la sociedad. Destierren, tachen lo de pedir bajar impuestos, que es pedir privilegios para un sector; y aliéntennos en ese ejercicio de baja de gasto en que está encaminado Milei”, afirmó el funcionario.
Frente a estas declaraciones, referentes del sector productivo manifestaron su desacuerdo, destacando la importancia de reducir los impuestos como una estrategia fundamental para dinamizar la economía. Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, respondió: “Al Gobierno se le piden dos cosas. Por un lado, un alivio fiscal y baja de impuestos para incentivar la producción, lo que repercutirá en una mayor movilización de la economía. Por otro, una baja del gasto que nos permita el equilibrio fiscal de las cuentas públicas. O mejor aún, una racionalización del gasto, con un ajuste y eliminación de los gastos superfluos, y una eficiente administración de los recursos del Estado”.
Un reciente informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) reveló que el peso de los impuestos sobre la renta generada por una hectárea agrícola ha aumentado 1,6 puntos porcentuales en los últimos tres meses, alcanzando el 61,5%. Esto implica que de cada $100 generados, $61,5 se destinan a impuestos. Del total recaudado, el 64,5% corresponde a impuestos nacionales no coparticipables, lo que genera preocupación entre los productores, quienes sienten que la mayoría de los tributos recae en la Nación sin retorno a las regiones.
En sintonía con lo planteo por Laucirica, José Colombatto, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), subrayó: “Necesitamos una baja de impuestos que alivie la carga para todos los sectores productivos y permita un crecimiento sostenible de la economía”.
Además, coincidió en que la eliminación de retenciones es clave para mejorar la competitividad del campo argentino y permitir a los productores reinvertir en tecnología y empleo. “Para lograr un desarrollo equitativo y sostenible, es imprescindible avanzar en una disminución de la carga fiscal que afecta a los sectores productivos”, agregó.
Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria Argentina, dijo: “Desde FAA hemos sostenido siempre que necesitamos de un Estado presente, virtuoso y cercano a los productores. Y se puede entender que el ministro diga, en general, que no se le pida baja de impuestos; sin embargo, nuestro sector ha aportado siempre y por demás, por lo que creo que deberían reconsiderar la postura y no tratarnos a todos por igual. Hemos aportado en cada crisis, primeros en la fila siempre. Por eso, y más allá de las declaraciones en general, creo que es justo que evalúen y asuman que es necesaria una baja de la presión impositiva para el sector productivo. Las retenciones son un impuesto distorsivo que desde hace años afecta directamente la rentabilidad de los productores”.
Por su parte, Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), coincidió en que es fundamental solicitar una reducción del gasto público, pero destacó que esto debe ser asegurando que, además, se gestione de manera eficiente. “El simple hecho de reducir el gasto no garantiza que esté bien ejecutado o que sea productivo, por lo que es crucial ser eficientes en su asignación”, dijo.
El dirigente opinó que, en un gobierno que promueve la libertad, es imperativo que se reduzcan los impuestos. “Me podrán decir que espere, pero no puedo borrar de mi cabeza que hay que bajar impuestos. Si el 70% de lo que cosechamos se lo lleva el Estado, con el 30% que nos queda, debemos vivir y pensar en cómo crecer e invertir. Es imposible hacerlo si no se reducen los impuestos. No hay chance de que tengamos un gap de potencialidad y productividad si no nos bajan los impuestos”, sostuvo.
Kovarsky también puso de relieve la escasez de créditos y la ayuda financiera para los productores. “El productor argentino ha crecido prácticamente sin poder acceder a créditos importantes. Siempre son créditos pequeños, nunca tenemos recursos significativos para grandes inversiones”, lamentó. Vale recordar que en las últimas horas Carbap pidió que el Banco Central proceda a la baja de una circular que condiciona la posibilidad de las MiPymes agrícolas de solicitar créditos con tasa preferencial.
El presidente de Carbap insistió en la urgencia de bajar impuestos, señalando que “cualquier producto de la canasta tiene entre el 30% y el 40% de impuestos. Es una locura. Necesitamos bajar impuestos”. Al respecto, cuestionó qué se pretende hacer si se reduce el gasto, pero se mantienen los mismos niveles de impuestos. “Está bien pagar deudas, pero también tiene que darse dinamismo a los sectores productivos. Si no hacemos lo que sabemos hacer, que es producir y generar empleo, no saldremos del 50% de la pobreza”, advirtió.