La petrolera de mayoría estatal terminó la última etapa del proyecto Terminal Vaca Muerta Norte, que permitirá transportar petróleo a la refinería de Luján de Cuyo y al ducto de exportación a Chile.
El proyecto se integra por un oleoducto, una cabecera de bombeo y un parque de tanques. El ducto se extiende desde el yacimiento La Amarga Chica, al norte de Añelo, hasta el nodo de Puesto Hernández, en Rincón de los Sauces. Allí, se conecta con la cabecera del Oleoducto Trasandino (Otasa) que une al país con Chile.
Otasa se reactivó en mayo del 2023 tras estar fuera de operación por 17 años. Con el Vaca Muerta Norte terminado, «el punto de entrega se consolida como la principal salida de crudo no convencional ubicada en Neuquén, en la zona central del desarrollo», celebraron desde la petrolera de mayoría estatal.
Con la reactivación de esta vía de evacuación, «YPF se convirtió en la principal empresa exportadora de hidrocarburos del país, mientras que Chile es el segundo destino con más envíos desde Argentina en lo que va del año», destacaron.
El oleoducto troncal de 24 pulgadas tiene 151 kilómetros y una capacidad de transporte de 160.000 barriles diarios. Permitirá también que YPF incremente el transporte de petróleo liviano hacia la refinería de Luján de Cuyo, en Mendoza.
La playa de tanques se posiciona como la más grande de Vaca Muerta, con dos unidades de 370.000 barriles de capacidad de almacenamiento en conjunto, ampliables en una segunda etapa. Cada tanque tiene 60 metros de ancho, lo que equivale aproximadamente a media cancha de fútbol profesional.
Vaca Muerta Norte: la inversión que demandó la obra
El proyecto Vaca Muerta Norte requirió una inversión de US$ 250 millones y tuvo picos de contratación de 1200 personas. «Durante su construcción, que demoró unos 18 meses, participaron más de una decena de empresas locales y nacionales», detallaron desde la empresa.
La obra se puso en marcha a fines de enero de este año, con el transporte de 45.000 barriles de crudo por día, con destino a Chile. Ahora, el proyecto ya está en condiciones de transportar la capacidad máxima (160.000 barriles) con miras a su ampliación.
El ducto será fundamental para responder a los contratos firmados con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), la petrolera del país vecino.
Con este proyecto, «YPF se posiciona como un actor central en el negocio del midstream, que busca desarrollar y garantizar el transporte de hidrocarburos tanto dentro como fuera de nuestro país, potenciando la creación de una plataforma exportadora de energía», marcaron