El documental, dirigido por Emiliano Bazzani, fue seleccionado en tres importantes festivales. Allí aborda relevantes discusiones actuales sobre la explotación del litio, el “nuevo oro” de estos tiempos.| Cedoc Perfil
En el pasado el sueño de riqueza para algunos (y su contracara de horror y explotación para otros) venía de la mano del oro o del petróleo.
El litio es el oro o el petróleo de estos tiempos inverosímiles, tan contemporáneos, diría Inodoro Pereya. Mineral escaso pero esencial para la transición energética en los países del norte global, moviliza sueños de riqueza para pocos, preocupación para muchos y promesas de cambio ambiental que, cuando se escucha a los expertos en ambiente, más que promesas se tornan amenazas. La Argentina, junto con Chile y Bolivia, es parte del llamado “triángulo del litio”, el lugar que concentra mayor presencia del codiciado elemento.
Pero ocurre que la región argentina más rica en litio es, además, la tierra de comunidades ancestrales donde el agua escasea y a la que esta industria pone en riesgo de escasez aún mayor.
El indudable negocio que significa el litio es objeto de controversias. Y es inevitable que así sea, por varias razones. En primer lugar, porque como siempre ocurre con los recursos naturales –o más propiamente dicho, los bienes comunes naturales, porque considerarlos “recursos” ya implica una determinada toma de posición–, las comunidades potencialmente afectadas (para bien o para mal, eso es parte de la discusión) normalmente son ignoradas por quienes deciden que se realicen las inversiones para extraer ese recurso. O en el mejor de los casos, se les ofrecen migajas (¿“espejitos de colores”?) para que avalen la extracción.
Así descripto, no parece más que una versión Siglo XXI de una vieja historia que todos conocemos, y que para nuestra región comenzó en 1492 con la llegada de los primeros europeos que iniciaron la explotación indiscriminada de los bienes comunes de este continente, por aquel tiempo más que nada oro y plata.
La película Bajo la sal es un documental que fue emitido por el canal IP Noticias el pasado domingo 22 de septiembre. Fue seleccionado oficialmente en festivales como el Mafici (Festival Internacional de Cine que se realiza desde hace 12 años en Puerto Madryn), el Lasa (Festival de Cine de la Latin American Studies Association, que se realiza desde hace cuarenta años) y el Latinamerika Filmfestival, de Alemania.
Bajo la sal es la ópera prima de Emiliano Bazzani, formado en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y con más de una década de experiencia como editor y montajista en televisión, cine y publicidad. Bazzani debuta como realizador documental con este trabajo donde demuestra maestría, y habilidad para narrar una historia compleja con imágenes visualmente impactantes y una eficacia notable para reflejar la complejidad de una problemática central en la discusión socioeconómica y científica contemporánea.
Lo que hay bajo la sal. El litio es un elemento indispensable para baterías y coches eléctricos y eso lo constituye en una pieza crucial para reducir las emisiones globales de CO2, gran causa del cambio climático global que las dirigencias políticas y económicas del mundo no terminan de tomar en serio. El problema es que varios aspectos de su uso son considerados, por no pocos especialistas, “peor el remedio que la enfermedad”.
La Argentina forma parte del denominado “triángulo del litio”, la zona geográfica en el sur de nuestra América, en el límite con Bolivia y Chile, donde se concentra más del 85 por ciento de las reservas de ese metal blando conocidas en el planeta.
El auge del litio de los últimos años ha llevado a un gran número de nuevos proyectos mineros, con una variedad de reacciones. Las comunidades indígenas de la región andina se encuentran de repente en el centro de los procesos económicos globales, y la controversia se torna inevitable porque por un lado, hay esperanza de empleo remunerado y desarrollo económico, pero por otra parte, las formas tradicionales de vida de los pueblos indígenas y su autodeterminación se ven amenazadas cuando no ignoradas abiertamente por quienes impulsan la explotación, empezando por los gobiernos de la región.
Existe una preocupación particular por los recursos hídricos locales, porque el agua es escasa. El documental muestra cómo mientras algunas comunidades indígenas (por ejemplo, las del Salar de Olaroz-Cauchari) cooperan con las compañías mineras de litio, esperanzadas en los beneficios que les prometen, las que están alrededor de las Salinas Grandes protestan contra la presencia de las corporaciones internacionales y temen por el riesgo que significa para sus formas de vida.
Con formidables imágenes, la película de Emiliano Bazzani y el alemán Félix M. Dorn (investigador postdoctoral en el Departamento de Estudios del Desarrollo de la Universidad de Viena, especializado en extractivismo) examina mediante entrevistas casi todos los protagonistas del conflicto, los pormenores que rodean la minería de este material en el noroeste de Argentina y construyen un informe completo (y para nada “neutral”) sobre las implicancias socioambientales del nuevo “oro blanco”.
¿Y la licencia social? Con una mirada que se hace cargo de la complejidad del problema, Bajo la Sal aborda los debates, y registra la inexistencia de mecanismos que permitan a las comunidades participar en la discusión sobre el rol que la región quiere desempeñar en este escenario global.
Uno de los principales méritos del documental es que le da voz y protagonismo central a las comunidades que habitan la Puna, cosa que los gobiernos no hacen –ignorando disposiciones internacionales como el Acuerdo de Escazú– y lo hace con rigurosidad, destacando sus temores frente a la escasez de agua y la llegada de proyectos mineros que requieren grandes cantidades del recurso.
La investigación y el rodaje de Bajo la sal fueron llevados a cabo durante una serie de viajes por Bazzani y Dorn, y la postproducción fue completada en 2022, en plena pandemia. El estreno televisivo y ahora la posibilidad de verlo libremente en una plataforma virtual, ofrecen una oportunidad única para que un público más amplio descubra los aspectos principales de un debate que, por ahora, resulta ajeno y casi desconocido para la mayoría de la población argentina. Es a la vez un retrato íntimo y revelador de las tensiones y expectativas en torno al “nuevo oro blanco” en el desierto jujeño, que muestra cómo la iniciativa carece de “licencia social” pero sobre todo, es un ensayo acerca de cuánta conciencia tenemos los seres humanos de nuestra aparenta condena de repetir el pasado, por más que esa reformulación venga con nuevas formas, más sofisticadas, más cuidadas y más tentadoras.
(El documental se puede ver en: https://octubretv.com/videos/peliculas-documental/bajo-la-sal/)
*Periodista y filósofo. Integra la cooperativa de periodistas El Miércoles Comunicación y Cultura, en Entre Ríos, y forma parte del Grupo de Ética Ambiental de la Sadaf (Sociedad Argentina de Análisis Filosófico)