Pero el emprendimiento nunca arrancó y demanda permanentes auxilios de la Provincia para solventarlo. Gordillo llegó a pagar cuotas en especie, con aceitunas, y logró que AICAT, otra sociedad del Estado, pero provincial, le comprara la producción. Un verdadero as.
Entre las maniobras que pergeñó para intentar empinar el proyecto sobresale la restauración del instituto decimonónico de las aduanas interiores: impuso tasas municipales a quienes sacaban su producción de aceitunas de Pomán para inducirlos a colocarla en su preciada empresa.
La firma no generó un solo puesto de trabajo, pues la operan empleados municipales y se financia con lo que le paga AICAT, que proviene de fondos públicos, aparte de las periódicas inyecciones extras de partidas provinciales, también transferidas a través de esta entidad.
Todo gasto es poco con tal de que Gordillo no se deprima. A ver si todavía se le ocurre pedir otra oportunidad en algún ministerio.
Tan perseverante como inmune a los fracasos, el intendente acomete ahora la actividad hotelera.
Se ve que Agroindustria Pomán no sirve ni para ponerla de garantía para un préstamo, de modo que, una vez más, fue el Gobierno provincial el que se puso para instalarle el coqueto hotel Olivos de Pomán, inaugurado hace un par de semanas con alharacas aún más estruendosas que la fábrica de aceitunas.
14 habitaciones entre dobles, triples y cuádruples, cada una galería que incluye mobiliario de jardín. Quincho completamente equipado y cinco cabañas, tres de un dormitorio y dos con dos dormitorios. Bar y cafetería, pileta de natación y un spa con hidromasaje, camillas para masajes, sauna y servicios de manicura y podología.
El precedente de Agroindustria Pomán no habilita hacer proyecciones optimistas sobre este nuevo emprendimiento de Gordillo, que anota sus berretines personales como municipales para garantizarse el financiamiento provincial.
Así, a diferencia de los privados, él puede darse el lujo de prescindir de trabajosos cálculos de rentabilidad y recupero de inversión y dar rienda suelta a su inventiva. Total, la que se hace cargo de las pérdidas es la Provincia, que aparte le paga también los aguinaldos de intendente.
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