Marín en Houston
Así lo manifestó el presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, quien advirtió que pronto cierra el plazo para recibir cargadores del oleoducto Vaca Muerta Sur.
Por David Mottura d.mottura@primamultimedios.com
YPF trabaja para convertirse en un exportador de petróleo y gas. Para ser proveedor de gas natural licuado (GNL) el tiempo corre dado que los principales clientes a los que apunta la compañía que comanda Horacio Marín le pidieron que no vaya más allá de 2030. En paralelo, el oleoducto Vaca Muerta Sur es la apuesta para el petróleo no convencional. Ambas estrategias, de acuerdo al presidente y CEO de la empresa, están orientadas a la eficiencia y la rentabilidad.
El titular de YPF brindó una conferencia en el Shale in Argentina, un encuentro de políticos y empresarios en Houston, Estados Unidos, organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) que ya va por su cuarta edición y donde se han destacado las oportunidades con Vaca Muerta con directivos de las principales inversoras, consultores especializados y funcionarios de áreas energéticas.
Marín remarcó que la base de su plan de trabajo con YPF es el «4×4», que se resume en cuadriplicar el valor de la compañía en cuatro años y que a su vez contempla cuatro claves. La primera es el proyecto de GNL con Petronas, la segunda la ampliación de las exportaciones de crudo con el «Vaca Sur», el tercero la venta de activos de baja rentabilidad (como los campos maduros que entraron al Proyecto Andes) y por último la eficiencia en los procesos.
Con respecto al oleoducto Vaca Muerta Sur, que conectará la producción de los principales yacimientos de YPF en Neuquén con un moderno puerto en Punta Colorada, en el Golfo San Matías de la provincia de Río Negro, Marín lanzó una advertencia: en dos semanas cierra la convocatoria a las empresas para convertirse en cargadores.
«Este proyecto le hace perder a la industria, cada día que nos atrasamos, alrededor de 12 millones de dólares. Por lo tanto, queremos hacerlo lo antes posible. Les comento a las empresas que en las próximas dos semanas, cerramos. El que no entró, no entró, porque ya tenemos el caudal suficiente», señaló. Y añadió: «Nosotros estamos haciendo un proyecto donde a todos le damos la misma oportunidad y todos vamos a tener la misma tarifa».
«No es porque YPF no haya liderado (la obra), porque todos vamos a pagar lo mismo. YPF no es más la ‘empresa boba’ que que financia a las demás compañías. Es una empresa privada que tiene que generar valor para todos los accionistas. Y cuando digo todos los accionistas, son todos: el Estado Nacional y los privados», expresó.
«Por lo tanto, el que no entra en las dos semanas va a tener una tarifa superior cuando entre en las siguientes etapas. Este proyecto es un oleoducto de 30 pulgadas que va a ir a Punta Colorada y va a tener el primer puerto de aguas profundas donde se va a poder exportar con barcos VLCC. Va a ser el primer proyecto en Argentina que es para exportación», recordó.
«Odelval va a quedar para mercado interno mayoritariamente, sobre todo YPF lo va a utilizar para el mercado interno porque ahí tenemos para ir a La Plata un oleoducto y a Puerto Rosales, así podemos abastecer nuestra refinería», añadió.
GNL: objetivo 2030
Marín estuvo conversando con autoridades de distintas partes del mundo que podrían ser compradores del GNL que salga de la planta que construirán en el Golfo San Matías, en Río Negro. Ese punto concreto de la provincia vecina de Neuquén, donde están los principales desarrollos shale, podría convertirse en pocos años en un polo hidrocarburífero clave para Vaca Muerta.
¿Qué conclusión sacó el presidente de YPF de esas reuniones? Que el plazo para tener la infraestructura necesaria de exportación de gas natural licuado es 2030. «En la India me dijeron que si no llegaba al 2030, me olvidara de ser proveedor. En Alemania me dijeron que decían que si el GNL no era para el 2035-2040, ‘Gracias, flaco, seguí con tu juego que no nos interesa’. Por lo tanto, hay que llegar y vamos a llegar», contó.
«Lo único que hacemos en YPF es abrir los mercados, porque estamos abriendo el mercado luego entre todas las compañías. Este no es un proyecto de YPF, si bien va a tener un share importante, pero no es el dueño del proyecto. Ya hemos invitado a otras compañías y nosotros, como dijimos, vinimos a YPF para trabajar de forma colaborativa, pero trabajar entre todos para lograr el objetivo de los 30.000 millones de dólares», indicó.
La búsqueda de la eficiencia
Otra de las claves del 4×4 de Marín es la de maximizar la rentabilidad, por lo que han acelerado el Proyecto Andes para desprenderse de campos maduros en distintas cuencas del país. Está quedando pendiente resolver el futuro de las áreas de Santa Cruz y de Tierra del Fuego, pero hubo una gran recepción de distintos actos en la primera ronda.
«En lo que es los campos maduros -subrayó Marín- estamos con primeras 30 áreas, que fueron las que licitamos, con los acuerdos todos firmados y están en aprobación de las provincias, porque son las dueñas del recurso. Nos faltan dos provincias que queremos terminarlo rápido, que son Santa Cruz y Tierra al Fuego, y ahí estamos negociando», se explayó.
En relación a la eficiencia, Marín recordó el Toyota Well, un programa que busca adaptar los procesos de la industria automotriz a la actividad de producción de petróleo y gas. «Nosotros tenemos que producir pozos: YPF tiene 10.000 locaciones incluidas con todos los socios», dijo. Con el asesoramiento de Toyota buscarán en poco más de un año bajar el ciclo de los pozos, aprovechando la experiencia de YPF en perforación y fractura.
En ese sentido, el presidente y CEO de YPF repasó algunos números de actividad de la compañía desde diciembre hasta julio. Hubo una mejora del 12% en las etapas de fractura y la producción estaba en torno a los 100.000 barriles por día y para el 31 de diciembre de 2024 quieren alcanzar lo 140 mil barriles netos. Y recordó que con un sólo equipos de fractura realizaron 193 en un mes, un récord en el fracking argentino