Vuelos por las nubes: la baja del Corredor Atlántico también impactará en el bolsillo

Para viajar hacia el sur del país por Aerolíneas Argentinas primero habrá que pasar por Buenos Aires. Otra logística, más tiempo y, especialmente, mucho más costo. La medida es, se aduce, por baja demanda.

Vuelos por las nubes: la baja del Corredor Atlántico también impactará en el bolsillo

La operatoria área local pasará, a partir del 1 de octubre, a los 3 o 4 vuelos diarios. En 2018 eran hasta 12. / / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

La frecuencia del Corredor Atlántico es de tres vuelos semanales (lunes, miércoles y viernes) y se realizaba desde el mes de julio de 2022.

Los casos más relevantes se apreciarán hacia las ciudades de Trelew y Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, y en Río Gallegos, en Santa Cruz.

Cualquier usuario que desea utilizar el avión de la línea de bandera hacia alguna de las tres localidades (una de ellas es capital provincial) deberá pasar antes por el Aeroparque Jorge Newbery, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Por ejemplo, esta semana, en la página web de Aerolíneas Argentinas el tramo entre Bahía Blanca y Trelew —sólo de ida— costaba 95.583 pesos (impuestos incluido desde $ 81.064) el más económico y $ 226.783 (sin impuestos) el de mayor costo.

Se trata del vuelo AR 1864 —en Embraer 190— de las 13.10 a las 14.25 (1h15m) de un día hábil, desde la Aeroestación Civil Comandante Espora hasta AEP.

En el caso de pretender viajar en el mismo tramo luego del citado 1 de octubre, el jueves 3 por ejemplo, el costo será de 460.105 pesos: a la tarifa de $ 382.727 se suman $ 45.635 en tasas e impuestos y $ 31.742 en cargos.

Se trata de los vuelos AR 1617 desde nuestra ciudad hacia AEP (de 8.10 a 9.25) y AR 1806 desde AEP a Trelew (de 10.50 a 12.55), en ambos casos en Boeing 737-800 (diferentes; es decir, hay cambio de avión).

El tramo total es de casi 5 horas. Hay otra opción para el mismo día en igual salida y semejante destino: 8.10 a 16.05, en 7 horas y 55 minutos.

En otras palabras, hay una diferencia en el costo de alrededor de 365.000 pesos (en el mejor de los casos) si se adquiere el ticket con suficiente antelación.

La compra en ventanilla, como sucede en todo el mundo, aumenta los precios de manera exponencial.

Sólo a modo de referencia, el costo de un ticket de ómnibus desde la terminal local hasta Retiro va desde los 35.600 a los 67.500 pesos, según las prestaciones de cada uno y las políticas comerciales de las empresas.

El caso de LADE

La alternativa de los vuelos directos hacia el sur quedará cancelada en forma total desde octubre, en razón también de haberse discontinuado las operatorias de LADE (Líneas Aéreas del Estado).

Los vuelos de la línea regional de fomento, que dependen de la Fuerza Aérea Argentina y se desarrollaban en unidades Saab 340 de hasta 36 plazas, no se han vuelto a concretar en este año para el tramo hacia el sur del Atlántico (sólo a Bariloche desde Bahía Blanca, con 5 operatorias en este septiembre, por ejemplo, a un costo de alrededor de $ 76.000 por tramo).

En uno de los circuitos se salía de Mendoza y pasaba por los aeropuertos de Neuquén, Bahía Blanca, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia (y viceversa), así como en otro por Aeroparque, Mar del Plata, Bahía Blanca, Puerto Madryn y Bariloche.

Para el norte de Bahía Blanca, ya sea a Mar del Plata (a un costo actual de entre $ 40.000 a $ 58.000) como a Buenos Aires (de $ 59.000 a $ 88.000) se siguen realizando 5 vuelos mensuales a cada uno de los destinos.

Argumentos desde AA

De acuerdo con el comunicado oficial de la empresa estatal, no hay fecha de un eventual retorno del Corredor Atlántico, más allá de las presunciones de algunas de las plazas afectadas para que suceda, en especial del sector costero en función de la temporada turística veraniega.

También desde Aerolíneas Argentinas se indicó que el Corredor Atlántico tenía un promedio de ocupación por debajo del 65 % en sus mejores momentos, cuando apenas podía cubrir sus costos operativos.

Por ejemplo, entre los años 2023 y 2024 el tramo entre las ciudades de Comodoro Rivadavia y Río Gallegos tuvo una ocupación promedio del 57 %.

“Esto habla de la inviabilidad de algunas rutas que simplemente carecen de demanda, a pesar de haber sido sostenidas durante varios años”, se explicó.

Según la empresa estatal, el Corredor Atlántico tenía un promedio de ocupación por debajo del 65 %.

También se sostuvo que, en comparación, el resto de las redes de la compañía tiene una ocupación promedio que se sostiene en torno al 85 %.

Este corredor tenía solamente dos frecuencias semanales —se aseguró— y las modificaciones no alterarán la conectividad de estas ciudades con otros destinos.

“Los recursos que se recuperen de esa operación ineficiente serán puestos a trabajar en rutas con más demanda y que impliquen un mayor beneficio para la compañía”, se argumentó.

También que Aerolíneas Argentinas “está atenta a las oportunidades de negocios que le permitan mejorar su resultado económico, sin descuidar la conectividad estratégica que nuestro país requiere”.

La empresa, que está a cargo de Fabián Lombardo desde el 26 de diciembre de 2023, había anunciado un plan de reducción del déficit en alrededor del 50 % a partir de hacer más eficientes sus operatorias.

A poco de asumir, el propio Lombardo había admitido que, en un contexto en el que muchos argentinos están haciendo un gran esfuerzo por salir adelante, cada centavo que se aporta desde el Estado para que Aerolíneas subsista tiene que ser y va a ser cuestionado.

“Esto nos obligará a todos, y a mí en particular, a tomar decisiones difíciles. Puede ser que no estén de acuerdo en muchas de ellas, pero quiero asegurar que las voy a tomar con el peso de la responsabilidad que cada una implique”, aseguró.

Fabián Lombardo, titular de Aerolíneas Argentinas.

De acuerdo con cifras oficiales de AA, las pérdidas del último año llegaron a los 390 millones de dólares.

La intención del Gobierno nacional es reducirla a, por lo menos, la mitad. De esa cifra, U$S 190 millones se perdieron entre los meses de abril y junio en plena temporada baja, en razón mantener constante la oferta de vuelos sin ajustar por demanda.

“Es probable que Aerolíneas Argentinas deje de volar a determinadas provincias porque son no rentables, pero será una decisión de quienes entienden de rutas y de cuestiones de la aeronáutica. El camino es que Aerolíneas, mientras siga en manos del Estado, pierda cada vez menos dinero”, señaló oportunamente el vocero presidencial Manuel Adorni.

 

La idea de la compañía es ajustar la oferta para que acompañe a la demanda real. En tal sentido, la oferta de asientos en las últimas vacaciones de invierno fue de casi 1,2 millones de plazas. Dentro de un plan de reorganización, para este mes de septiembre se prevén retomar las rutas Bariloche – El Calafate; Córdoba – El Calafate; Córdoba – Trelew; Rosario – El Calafate; Trelew – El Calafate y Trelew – Ushuaia.

Extendiendo la mirada, en los próximos meses se inaugurarán dos nuevos vuelos desde la ciudad de Córdoba hacia Río de Janeiro, en Brasil, y a Punta Cana, en República Dominicana. Del mismo modo, se mantendrán los dos diarios a Miami, en los Estados Unidos, y a Madrid, en España.

Esta medida sobre el Corredor Atlántico se produce en medio de protestas de los gremios aeronáuticos con asambleas informativas en distintas terminales del país, lo que provoca numerosas demoras, eventuales cancelaciones y malestar entre sorprendidos y ocasionales pasajeros.

De acuerdo con el comunicado oficial de Aerolíneas, no hay fecha de un eventual retorno del Corredor Atlántico.

Los gremios que reclaman mejoras salariales a AA y a Intercargo son APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas); APA (Asociación del Personal Aeronáutico) y UPSA (Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales).

“Aerolíneas Argentinas considera que estas medidas constituyen un paro encubierto, situación que ya fue denunciada ante la secretaría de Trabajo y que derivó en descuentos salariales para más de 200 empleados”, se respondió desde la empresa.

Las protestas se han extendido a las terminales de Córdoba, Mendoza, Jorge Newbery, en Buenos Aires, y Ezeiza.

Cada vez menos vuelos

Actualmente, en la Aeroestación Civil Comandante Espora de nuestra ciudad se concretan entre 4 y 5 vuelos diarios, cuando en el año 2016, por ejemplo, solían ser entre 10 y 12 cada 24 horas.

A partir del próximo octubre, las operatorias perderán una alternativa y serán de entre 3 y 4 por día.

De esta manera, la pretendida intención de sumar pasajeros a la terminal, que en el año 2018 llegó a contener a 450.000 personas y que en 2022 alcanzó los 180.000, tendrá que esperar.

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