Unilateral. El intendente de Antofagasta instituyó sorpresivamente un código tributario municipal.
Un episodio paradigmático en este sentido fue la pretensión del exintendente de Santa Rosa Elpidio Guaraz, genio y figura, de cobrarles peajes a los productores por atravesar su distrito.
Cusipuma se afirma demagógicamente en el argumento de que cobrará las nuevas tasas a las mineras. Pero quien puede lo más puede lo menos: ¿qué le impediría en el futuro pergeñar otras contribuciones, conforme a sus antojos y necesidades?
Quedan, por otro lado, los municipios que sí tienen Carta Orgánica, como nada menos que Andalgalá, pero en tal caso el riesgo de avanzar con modificaciones en los regímenes tributarios es la apertura de frentes judiciales para nada convenientes, sobre todo en el contexto de descrédito que aqueja al país en general.
Es esta desconfianza la que demanda la creación de burbujas jurídicas como el RIGI para sustraer actividades e inversiones determinadas de la proverbial inestabilidad argentina, acentuada en esta etapa por la incompetencia del Gobierno nacional para forjar acuerdos políticos que contribuyan a la sustentabilidad de su programa.
Obra, por otro lado, el precedente de la ordenanza municipal de Andalgalá que prohibió la minería a cielo abierto en el distrito, declarada inconstitucional por la Corte de Justicia local.
El Código Cusipuma ofrece flancos obvios en el plano jurídico, porque vulnera la estabilidad fijada en la ley nacional de Inversiones Mineras en los ’90 y fue decretado cuando el RIGI ya había sido sancionado por el Congreso. Es como si el intendente se hubiera apurado a instalar su boca de recaudación propia antes de que la adhesión de la Provincia y la reglamentación nacional precipiten las grandes inversiones.
En este marco, es improbable que el régimen municipal pueda superar objeciones judiciales firmes. Como Cusipuma no puede ignorar el fracaso final de una arremetida contraria a disposiciones nacionales y provinciales, su intención no puede haber sido otra que configurar un horizonte de turbulencias en una región clave para el desarrollo de la actividad litífera de la Provincia. Su objetivo final es un misterio envuelto en clásicos alardes de autonomía, pero no ha de estar muy alejado de la ganancia que los pescadores esperan obtener del río revuelto