La iniciativa fija una cuota de producción de litio para el mercado interno.
«Finalmente la discusión es ¿queremos ser un país industrial o no queremos ser un país industrial? Yo en eso soy tajante y que hablen claro los que votaron el RIGI: ¿Qué quieren para la Argentina? ¿Quieren que la Argentina agregue valor, genere más puestos de trabajo?», se preguntó.
«Somos defensores de que Argentina no sea sencillamente una plataforma de exportación del mineral primario», sostuvo y se refirió a la propuesta para crear el Instituto del litio.
«Según el proyecto, las provincias que deciden son las provincias litíferas, las provincias que manejan la cuota para industrializar el litio son las provincias litíferas que se beneficiarían con una fábrica de agregado de valor porque está pensado para que la fabricación se haga allí (por Catamarca), y no en Buenos Aires, sino en las provincias litíferas», comentó. En este sentido argumento que la iniciativa respeta el federalismo, ya que el directorio estará conformado por representantes de las provincias. «Las provincias son las que deciden la localización de las plantas, son las que toman decisiones sobre la cadena de valor porque el proyecto es de carácter federal y a nosotros nos interesa que la Argentina pueda insertarse de manera inteligente».
Otro de los puntos del proyecto es el de los derechos de exportación. Las retenciones, serán del 10 por ciento como máximo para compuestos de litio y sus derivados, 4 por ciento para materiales activos que contengan litio y 0 por ciento para celdas de batería.
Finalmente, la iniciativa elimina el tope a las regalías y permite que las provincias que adhieran a la ley podrán aplicarlas en función del precio internacional del litio