Uno de los grandes cambios que hizo el Gobierno provincial en materia de ganadería ovina y caprina fue descentralizar el área para lograr una diversificación productiva, estar muy cerca del productor y, principalmente, sostener el arraigo de los más de 2700 productores en la región Sur.
“Hoy la Subsecretaría de Ganadería Ovina y Caprina, Diversificación y Arraigo nos da una territorialidad que el Gobierno provincial no tenía. Hay que tener una mirada más allá de lo que significa solamente la ganadería, hay que tener una mirada de lo que son los caminos, la conectividad, la eficiencia energética, poder tener calefacción, ese es el principal objetivo”, dijo el ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy.
En esa búsqueda de diversificación, arraigo y darle complementariedad a las y los productores, el Gobierno provincial fortaleció el área de agricultura con invernaderos y esquemas productivos para abastecer, con el programa Kilómetro 0, a una horticultura de precisión en la región Sur.
“La pandemia generó un cambio radical en nuestra estructura”, aseguró Banacloy. Durante el confinamiento, el territorio quedó a merced y el crecimiento fue mucho más rápido de la fauna autóctona o de la fauna incorporada, como el chancho jabalí. “Ahí viene el gran desafío de generar nuevas reglas claras, nuevas leyes, ese es el gran desafío que tiene la Provincia”, agregó el funcionario.
En lo que respecta al permanente apoyo provincial al sector productivo de las zonas más alejadas, el Ministro destacó que “la gran apuesta y el desafío que nos ha impuesto el Gobernador es cambiar algunas reglas de juego en materia impositiva, darle algunas facilidades y herramientas a los sectores que son más vulnerables a la hora de sostener la economía descentralizada de las grandes ciudades, de las grandes urbes o los parques industriales.
De esta manera, la Provincia sostiene el incentivo a la productividad para que quien está hoy generando trabajo, recursos y alimentos, se vea totalmente beneficiado ante aquellos que no lo hacen.
“Hay que cambiar algunas reglas de juego, actualizarlas. Una ley con 40 o 45 años de antigüedad, que no corre para estos tiempos, no le da las herramientas que necesita ese poblador, ese vecino, ese productor que hoy está descentralizado”, concluyó Banacloy