
Esta semana saldrá la resolución para iniciar los estudios técnicos de la Declaración de Impacto Ambiental de Malargüe Distrito Minero Occidental
Alfredo Cornejo y Celso Jaque caminan por veredas opuestas políticamente. Sin embargo, según trajo a la memoria el mismo Cornejo en diciembre pasado luego de asumir su segunda gestión, «ambos trabajamos muy bien» cuando el peronista malargüino fue gobernador y el radical era intendente de Godoy Cruz. Es muy probable que al hacer esa afirmación Cornejo tuviera presente que iba a necesitar de Jaque para uno de sus proyectos más ambiciosos y con el que pretende que Mendoza atraiga cuantiosas inversiones: el plan minero.
Ahora, a 6 meses de aquella declaración de camaradería las diferencias partidarias parecen quedar de lado, mucho más cuando se acerca un momento clave, en el que el intendente malargüino deberá demostrar en la cancha qué tan comprometido está con el plan que promete varias inversiones de miles de millones de dólares en su comuna y que a la provincia le generaría ingresos en infraestructura energética y a futuro también en regalías mineras.
Es que en las próximas horas se conocerá la resolución de inicio de los estudios técnicos del Distrito Minero Malargüe Occidental, que no es otra cosa que el primer paso de la Dirección de Minería hacia la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de más de 30 proyectos mineros en esa comuna. Después entrará a jugar la política partidaria y saldrán a relucir los acuerdos para que esa DIA tenga el aval legislativo que exige la ley 7.722.
Aunque no lo digan a viva voz para no despertar viejos fantasmas, puertas adentro de Casa de Gobierno e incluso en los pasillos de la comuna sureña ya descuentan que ese respaldo político se dará porque han hecho el poroteo de legisladores como para respirar tranquilos. Confían en que radicales, referentes del PRO, algunos nuevos libertarios y varios peronistas del Sur, convencidos por el mismo Jaque, en incluso probablemente también por los hermanos Felix, levanten la mano cuando se los requiera.
Esta vez esa evaluación técnica de la primera etapa del Distrito Minero Malargüe Occidental quedará en manos de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo de San Rafael. En teoría esos profesionales podrían tomarse entre 30 y 45 días para analizar los documentos, hacer revisiones y pedir algunos detalles si fuese necesario. Más tarde, esas conclusiones se derivarán a todas la entidades que podrían estar involucradas en el proyecto, como puede ser Irrigación, el Ianigla y la misma comuna de Malargüe para que estampen las firmas de conformidad.
Si no hay objeciones, entonces se emite la DIA, que es una especie de manual de recomendaciones sobre cómo trabajar en esos proyectos mineros, y ese documento final será el que recalará en la Casa de las Leyes.
«Técnicamente ninguno de los proyectos de prospección de Malargüe Distrito Minero Occidental tiene impacto ambiental permanente y en ninguna parte del mundo se pide una DIA aprobada por la Legislatura para hacer estas tareas de exploración, pero acá sí y vamos a cumplir con eso», adelantaronn fuentes del Ministerio de Energía.
Y no falta quien apele a la ironía a la hora de graficar el bajísimo impacto ambiental de esta primera etapa exploratoria: «generan más daño ambiental los festejos del Día de la Primavera que estos proyectos», disparan algunos técnicos.
Por su lado, los que miran con lupa el aval político de estos proyectos admiten por lo bajo que en sus planes pretenden obtener el respaldo en la Legislatura entre agosto y septiembre, porque la «temporada minera» comenzaría en octubre, cuando la primavera entibie la cordillera malargüina y les permita trabajar en la roca.
El cobre y el malargüino esperan que lleguen las inversiones
En el polígono del Distrito Minero Malargüe Occidental ya se extrae yeso, talco, cuarzo, bentonita y caliza, entre otros minerales de tercera categoría. Pero es claro que el objetivo de Cornejo y Jaque, luego de sancionar la ley que le dio origen al proyecto minero es que allí avancen los más de 30 iniciativas que fundamentalmente pretenden extraer cobre.
Es que en ese polígono de más de 18.000 kilómetros cuadrados (es casi la mitad del departamento) que es una franja que se extiende en la cordillera malargüina hay más de 300 propiedades mineras, varias de las cuales se asocian con sus vecinas en un mismo proyecto de explotación minera. Y si avanza la Declaración de Impacto ambiental como está previsto, esos proyectos correrán con una gran ventaja respecto de otros tantos que hay en la provincia y que siguen esperando esa aprobación que exige la ley 7.722.
De hecho en la Dirección de Minería hablan de que hay más de 100 interesados en esas explotaciones, y por eso este estudio de impacto ambiental conjunto comenzará en la primera etapa con más de 30 proyectos, y se espera que otros tantos se vayan sumando en el corto plazo, sobre todo cuando avance la Declaración de Impacto Ambiental.
Es que ese gesto político será decisorio para varios inversores que ya sonrieron cuando se aprobó el nuevo Código de Procedimiento Minero, pero aguardan a ver cómo los partidos políticos mendocinos les dan una muestra de madurez y de consenso para que la minería definitivamente recale en estas tierras.
El primer guiño político a esos potenciales inversores es que la empresa estatal Impulsa será quien pague el costo del estudio técnico que hará la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria.
«Contar con la Declaración de Impacto Ambiental ya le agrega mucho valor a esas propiedades mineras, mucho más si eso llega con el aval de la Legislatura. Eso no sólo entusiasma al que quiere explotar esa propiedad por sí mismo, sino también al que piensa en venderla e incluso al que analiza comprarlas», apuntan desde el Ministerio de Energía y Ambiente.
Si bien en el mundo minero una de las frases de cabecera que se repite una y otra vez es que «la minería no es para ansiosos» -sobretodo por el tiempo que supone confirmar que el metal que se busca efectivamente se encuentra bajo tierra- el sólo hecho de que esta semana se comiencen con los estudios técnicos de MDMO y que la política parezca haber madurado y acordado respaldar la actividad minera en Malargüe ya despierta todo tipo de entusiasmos.
Los técnicos de la empresa Impulsa recorren una y otra vez la zona haciendo tareas de prospección en la que aprovechan algunas extracciones de roca con cobre para analizarlas y confirmar el potencial geológico de ese polígono.
En paralelo, en los colegios secundarios y terciarios especializados en Minería ya se ilusionan con que esos egresados por fin podrán aplicar lo que aprendieron en su propia comuna. Y en la intendencia aguardan expectantes que les lleguen los estudios técnicos para darles el aval que les toca y que ese trámite pueda avanzar.
Quiénes son los dueños de los proyectos que cobran fuerza en el Sur
Entre los titulares de estos primeros 30 proyectos mineros que podrían conseguir su Declaración de Impacto Ambiental en breve hay un 80% de inversores mendocinos y en el 20% restante están extranjeros que tienen apoderados locales y que ya analizan el nivel de sus futuras inversiones.
Si bien la lista completa se conocerá esta semana cuando finalmente se publique la resolución de inicio de la Dirección de Minería, según pudo averiguar Diario UNO entre los proyectos mineros locales aparecen las firmas Agaucu, Concina y Apeleg.
Mientras, como inversores extranjeros figura la firma Hanaq (de origen chino), una multinacional con más de 50 concesiones de metales básicos y preciosos en Argentina, que habría solicitado ahora unos 20 permisos de exploración en ese polígono malargüino.
A ella se adosan también la firma de exploración minera Cóndor Prospecting (de Jason Guard, de origen australiano) y Ontario, una firma canadiense.
Inminentes inversiones que entusiasman a la dupla de Cornejo y Jaque
Además de avance técnico y político que planean que coseche en los próximos meses el proyecto de Malargüe Distrito Minero Occidental, tanto Cornejo como Jaque esperan que en este segundo semestre recalen en esa comuna varias inversiones en materia energética que repercutirán en la economía de la comuna y la provincia.
Una de ellas es el parque solar de energía fotovoltaica Los Molles que se anunció hace días y que tendrá 93 MW de capacidad instalada y contará con más de 160.000 módulos fotovoltaicos en una superficie de 312 hectáreas. Está previsto que esa obra genere una inversión total de 90 millones de dólares. Ese parque, sumado al que la misma firma Genneia también construirá en Anchoris, sumarán al sistema energético nacional 570 MW. «El crecimiento energético es tremendo. Para tener una idea San Juan le aporta al sistema 600MW y eso le llevó unos 15 años de inversión, mientras que nosotros esperamos lograrlo en dos años porque tenemos la infraestructura», proyectó la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre.
En ese ministerio tienen claro que si bien estos proyectos requieren de planificación y de políticas públicas estatales, también esperan que los inversores privados aporten a la infraestructura que requieren los proyectos que pretenden iniciar.
Un ejemplo de esto es la línea eléctrica y el tren que están proyectados para reactivar la mina de Potasio Río Colorado. «Eso sería de gran importancia a la hora de evacuar toda la producción del sur, tanto la de hidrocarburos como la minera», marcó Latorre.
Otra gran inversión en la que están trabajando el EPRE y la Subsecretaría de Energía es la línea eléctrica que necesitará la mina de Potasio Río Colorado para alimentarse.
Esa iniciativa se cargaría en breve en el banco de proyectos que Cornejo tendrá en cuenta a la hora de invertir los 1.023 millones de dólares que eran de Portezuelo del Viento, pero para esa línea también se piensa en un socio privado que haga parte de la inversión necesaria y que luego la recupere cuando la mina ya esté en producción, presumiblemente en los primeros meses del 2025
Diario UNO