Proponen una ordenanza para prohibir los casinos en Bariloche

El proyecto ingresó al Concejo Municipal hace pocos días, impulsado por un concejal de Incluyendo Bariloche. Demandará un detallado análisis porque hay en juego una concesión provincial y también numerosos puestos de empleo.

Erradicar las salas de casino del centro de Bariloche y confinarlas en el cerro Catedral es la propuesta contenida en un proyecto de ordenanza que ingresó esta semana al Concejo Municipal y que ya anticipa un agitado debate sobre las adicciones al juego y también el impacto sobre las fuentes de empleo que genera la actividad.

La iniciativa fue presentada por el concejal Leandro Costa Brutten con la coautoría de su par Julieta Wallace, quien aseguró luego que no avalaba en todo el contenido e iba a pedir que borren su nombre.

La propuesta apunta a reconfigurar las habilitaciones del rubro “salas de juego”, que hasta hoy no tienen restricciones geográficas. El artículo 1 dice: “se prohíben los casinos en todo el ejido de la ciudad de Bariloche”. El artículo 2 establece una excepción para “la delegación cerro Catedral” y el tercero fija “un tiempo máximo de cuatro años para cerrar o trasladar los casinos existentes en Bariloche”, donde actualmente funcionan dos locales de ese tipo, bajo concesión provincial.

Costa Brutten dijo que la intención del proyecto es “enfrentar decididamente la ludopatía en Bariloche” y establecer una regulación “que desaliente la pérdida de ingresos familiares diariamente en el juego”.

Al contrario de lo que dice el texto, aseguró que “no es una prohibición”, porque deja la libertad de instalar casinos en Catedral con el objeto de dejarlos exclusivamente asociados “a la oferta turística”. Aunque no figura en el proyecto, el concejal dijo que “es posible incorporar también el aeropuerto de Bariloche a esa zonificación”, con la idea de que los residentes, si quieren apostar, deban hacerlo a una buena distancia de sus domicilios, como recurso para “no facilitar el juego compulsivo y sistemático”.

De aprobarse esa medida, la empresa concesionaria Casino Club podrá alegar que tiene contrato con la provincia con derecho a explotar la actividad en todo Bariloche, sin restricciones, hasta 2040. El canon fijado por la provincia incluyó un pago de 4,2 millones de dólares a cargo de la firma y destinados a la construcción de la nueva terminal de esta ciudad.

Wallace consideró importante evaluar medidas para combatir la adicción al juego. De hecho, acaba de presentar otro proyecto para condicionar la publicidad de las apuestas on line, con el objetivo de proteger en especial a jóvenes y adolescentes. Pero sobre el proyecto de prohibición de casinos opinó que hará falta debatir muy detenidamente sus alcances “porque hay una habilitación comercial y una concesión de la provincia que están vigentes” y también por la conflictividad que podría surgir con los empleados.

Declaró además sus dudas sobre el criterio de prohibir “con excepciones”, como la que beneficiaría a Catedral.

Puntos de fricción

Costa Brutten dijo que “si bien la concesión es provincial, la zonificación de las actividades comerciales en la ciudad es una potestad del municipio”.

En su opinión, la autonomía del gobierno local es plataforma suficiente para permitir o no la actividad de casinos. “Si alguien le ha generado daño a Bariloche, justamente, ha sido la gestión provincial rionegrina, quien en forma desprolija y en una vergonzosa novela de incumplimientos comprometió a Bariloche la realización de una terminal de ómnibus con fondos provenientes de dicha concesión, en una historia de mentiras que finalmente requirió fondos nacionales”, argumentó el concejal.

Actualmente el casino tiene dos locales en Bariloche, uno en la calle San Martín -con un perfil de público más turístico- y otro en Gallardo casi calle Onelli, orientado a una clientela casi exclusiva de jugadores residentes. Entre las dos salas emplean algo más de 200 personas.

Los continuos reclamos salariales del personal, según Costa Brutten, son prueba de que “el esquema actual de explotación no garantiza su sostenibilidad”.

Dijo que el proyecto que presentó es “perfectible” y que cuando sea tratado en el Concejo habrá invitaciones para “las autoridades de lotería provincial, los responsables de la concesión, el sindicato y los empleados, junto con las asociaciones que ayudan y asisten en los problemas de adicción al juego compulsivo”.

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