En medio de la campaña de trigo, un relevamiento del Ateneo de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Bahía Blanca destacó que un 76,8% incrementaría su intención de siembra
En la campaña fina 2024/2025 el campo podría crecer un 30% en el área de siembra de trigo si el Gobierno decidiera bajar los derechos de exportación (DEX) que tiene el cereal del 12%: se traduciría en una producción adicional de casi 1,4 millones de toneladas e ingresos extras en dólares por exportaciones. Las retenciones tienen 22 años de vigencia, desde el 2 de febrero de 2002.
Ese fue el resultado, entre otros, que arrojó un relevamiento realizado por el Ateneo de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Bahía Blanca a unos 211 establecimientos agropecuarios, principalmente de la provincia de Buenos Aires y el nordeste de La Pampa, con informes de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.
Según dijeron, la encuesta fue realizada con la finalidad de evaluar qué pasaría ante una posible baja en las retenciones sobre la intención de siembra de los productores. En detalle, ese casi tercio de aumento llevaría de 6.353.075 hectáreas sembradas promedio (de las últimas seis campañas) a 8.265.350; casi 2 millones de hectáreas más (1.912.275), y se pasaría de una cosecha de 17.994.042 toneladas a 23.410.248 toneladas, un plus de 5.416.207 para este ciclo productivo.
En cuanto a la cebada también las respuestas de los decidores agrícolas fue en el mismo sentido que su primo hermano, el trigo. Con ese mismo porcentual de incremento (30%) de las 1.401.278 hectáreas sembradas se podría pasar a 1.823.062, unas 421.785 más. Esto conduciría de 4.442.844 toneladas (promedio de los seis ciclos anteriores) a 5.780.141 toneladas, lo que significa un incremento de 1.337.296.
El estudio reveló que, del total de los consultados, un 76,8% aseguró que aumentaría su intención de siembra si realmente se produce una baja de las retenciones. Además, de ese porcentaje, un 35% incrementaría hasta un 50% su área de siembra si eso verdaderamente ocurriese. Lo que queda de la torta se dividió en un 20,4% que no variaría en lo que viene sembrando y solo un 2,8% disminuiría si finalmente se llegase a bajar los derechos de exportación.
Según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires de abril pasado, si el Gobierno tomara esa medida con el trigo generaría ingresos adicionales por ventas al exterior por US$398 millones frente a un costo fiscal de US$262 millones. El economista Ramiro Costa dijo que la eliminación de los derechos de exportación conllevaría una mejora en la rentabilidad esperada para el productor, estimulando, además, un aumento significativo del área sembrada y la adopción de mejores tecnologías.
En la segmentación de los encuestados, donde hubo grandes, medianos y pequeños productores que siembran solo 60 hectáreas, se destacaron regiones donde los productores se mostraron dispuestos a aumentar la siembra hasta un 50% frente a la baja de las retenciones: entre ellas están Chascomús y Los Toldos. En tanto en otras donde subiría el área sembrada son General Lamadrid (40%), 25 de Mayo (40%), Lincoln (40%), Pellegrini (40%), Pergamino (38%), Rivadavia (38%), General Villegas (36%) y 9 de Julio (36%), entre otros.
Con este análisis, el Ateneo buscó “mostrar la reacción del sector productivo argentino frente a una posible baja de impuestos”.
“Entendemos la delicada situación que atraviesa el país y consideramos que la solución es reducir las retenciones. Desde el sector agropecuario, estamos a la espera de políticas agroeconómicas directas que nos permitan explotar todo nuestro potencial, aumentar el volumen de producción, incrementar las exportaciones y dinamizar la economía nacional”, finalizaron en la entidad