Se consolida el uso de las bicisendas en Neuquén en horarios laborales

Centenares de ciclistas se registraron en las bicisendas más congestionadas de ingreso a la ciudad entre las 7,30 y las 8,30 de la mañana. El uso recreativo sigue con alta demanda en la isla 132, en horario de 15 a 18, catalogado como recreativo o de uso deportivo

El vandalismo que se produjo esta semana en una de las estaciones de bicicletas públicas en Neuquén dio cuenta del uso extendido que tiene esta modalidad de traslado en la ciudad, vinculada cada vez más al trabajo y trámites, que al uso recreativo o deportivo. Entre 100 y 200 ciclistas por hora circulan en distintas bicisendas en la primera hora de la mañana en la ciudad, mientras que el sistema público registra más de 81 viajes por la mañana, aunque en toda la ciudad hay 40 bicicletas de uso gratuito para el traslado punto a punto.

«Es notorio el incremento, no considerable pero si paulatino, de la cantidad de bicicletas que circulan», dijo Noelia Rueda Cáceres, subsecretaría de Coordinación Administrativa e Institucional de Movilidad en Neuquén, a cargo del Observatorio Vial.

Según los registros del Observatorio el sistema «Sibici» tiene más de 11.000 inscriptos, 7.000 de los cuales están activos. El sistema tiene 20 bicicletas en la zona céntrica y otras 20 contaba en el área de la costa, la estación en la isla 132 que fue vandalizada y que por estos días, está en remodelación.

Para usar las bicicletas punto a punto, se deben registrar previamente en el sistema (mediante la página web de la comuna) y luego se pueden extraer las bicicletas de alguna de las 4 estaciones donde están ancladas: el Paseo dela Costa, la Eton, el muncipio del Oeste y frente a la caseta de Turismo en el centro, en el Parque Central, Olascoaga y las vías.

La bicisenda Tierra del Fuego y las vías del ferrocarril, registraron el paso de 198 ciclistas por hora en la franja de ingreso laboral: 7,30 a 8,30 (foto Matías Subat)

Rueda describió por ejemplo que entre la ETON y el centro administrativo (Olascoaga y las vías del ferrocarril) se registran unos 81 viajes por día, que es el flujo de usuarios o usuarias que levantan la bicicleta en la zona de Canal V o Valentina (en la estación Sibici de la terminal de Omnibus) para hacer trámites, compras o gestiones en el área bancaria, judicial o las oficinas municipales.

De acuerdo a registros de mayo y de abril, por las ciclovías de 12 de septiembre hacia el centro o Bahía Blanca, dieron cuenta del paso de entre 87, 107 y 200 bicicletas de uso particular, en el horario de 7,30 a 8,30, en las 3 bicisendas más concurridas. El relevamiento se hizo en horario de ingreso laboral y el registro siempre es menor en horarios de regreso alrededor de las 16.

«Pensamos que se puede deber a horarios diferentes de egreso laboral, como por ejemplo, del empleo público», dijo Rueda. El registro fue manual, el 30 de abril y el 30 de mayo, por observación directa de usuarios durante unas dos horas en las bicisendas de mayor circulación como la 12 de septiembre, la de Bahía Blanca y la Antártida Argentina a la altura de Combate de San Lorenzo.

El uso más extendido de las bicicletas como medio de transporte no provocó una disminución del transporte público, ya que según se informó desde el área de Transporte, estos meses han sido los de mayor corte de boletos por día: 120 mil pasajes se vendieron los días de semana en los primeros días del mes de abril y de mayo, mientras que en las jornadas de menor uso, la cifra diaria no bajó de 100.000 transacciones.

bicisendas

76 kilómetros
de espacio exclusivo para la movilidad de ciclistas en la ciudad incluidos paseos costeros y conexiones urbanas

El sistema público tiene 40 bicicletas públicas, ahora 37 desde el episodio de vandalismo. Los autores de la rotura de los anclajes del SiBici en la zona costera están identificados, porque hay cámaras de seguridad en la estación de la isla 132, donde el uso registrado es más recreativo que laboral, según se detectó en la estación de bicicletas públicas entre la ETON y la avenida Argentina.

La información del destrozo y robo se hizo pública después de un cuarto episodio. «Pusimos a disposición de la fiscalía los videos y detalles: se ve a una misma persona, o a las mismas personas en la última vez, que van a la estación alrededor de las 3 de la mañana con el único objetivo de destrozar todo, en esta ocasión sólo pudieron llevarse una bicicleta», describió.

El uso peatonal de las ciclovías es uno de los inconvenientes detallados por usuarias y usuarios del sistema (foto Matías Subat)

Agregó que en anteriores oportunidades se mantuvo el hecho sin dar a publicidad para una mejor identificación de los violentos, pero con los destrozos de la última vez, se avisó de la existencia de las cámaras apuntando a la estación de bicicletas para desalentar el accionar vandálico. «Ese sector de uso público de las bicicletas quedará en desuso hasta que se ordene», sostuvo

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