Redistribuir el impuesto a los combustibles para financiar el transporte urbano del interior como forma de recuperar en la práctica el fondo compensador que el gobierno de La Libertad Avanza suprimió para todo el país, menos para el área metropolitana de Buenos Aires (Amba). Ese fue el facón bajo el poncho que llevaron 23 intendentes de ciudades importantes del país, Pablo Javkin entre ellos, en forma de proyecto de ley al Congreso de la Nación. «Con esto proponemos resolver una desigualdad de arrastre y que implica que un distrito recibe 481 por ciento más de lo que aporta al fisco, y el resto de las ciudades recibían 21 por ciento, y desde diciembre eso pasó a 0 pesos», resumió el rosarino al exponer en ante las comisiones de Transporte de Senado y Diputados «el núcleo central de la discusión», dijo.

El proyecto se armó al fragor de la reciente Red Federal de Intendentes que Rosario integra. «El impuesto a los combustibles es un tributo federal –planteó Javkin–. Cada vez que alguien carga nafta, gasoil o GNC en cualquier lugar de la Argentina se paga, y (ese aporte, enganchado al precio de los combustibles) ha subido más de 3 veces en 2024, con lo cual se ha incrementado la recaudación. Pero en el reparto de ese impuesto, el Amba cuadruplica su subsidio en relación al interior, que ahora ya directamente no recibe nada».

Javkin asistió junto con sus pares de Santa Fe, Juan Pablo Poletti; de Córdoba, Daniel Passerini; de Paraná, Rosario Romero; y varios jefes municipales más de capitales de provincias y ciudades grandes. Los recibieron los miembros de las comisiones de Transporte, Infraestructura y Vivienda de cada cámara, quienes empezaron a darle debate interno a la propuesta municipal.

“Queremos ponerle un principio de solidaridad a la distribución del impuesto a los combustibles», alertó Javkin. En la víspera había revelado que la empresa Rosario Bus está operando bajo Procedimiento Preventivo de Crisis, como un indicio de la gravedad de la crisis que atraviesa el transporte de pasajeros sin subsidio estatal, como sí ocurre en países desarrollados.

También les comentó Javkin a los legisladores nacionales que, sin ir más lejos, en diez días Rosario tendrá un nuevo aumento de tarifa: el Ejecutivo municipal lleva el precio del boleto de los $700 actuales a 940 pesos, para no alejarse tanto de lo que sugiere el estudio de costos del Ente de la Movilidad, $1340. Lo mismo aumentará en Santa Fe y Paraná.

De esta manera, viajar en colectivo en Rosario desde el 14 de junio habrá encarecido 292% respecto de finales del año pasado.

Hablaron casi todos los jefes municipales, y Javkin fue uno de los que más. Relacionó que la quita de subsidios de Nación habilita a las provincias a quitar también su aporte, y todo el peso del servicio recaería sobre cada gobierno local. Abordó también otro aspecto de la desigualdad con los municipios del Amba. «Nuestro sistema de transporte se rige por una paritaria nacional que es aplicable en el conjunto del país pero que solo se celebra en Buenos Aires, que tiene y ha tendido un aporte del gobierno nacional para la cobertura de esa paritaria solo en el Amba. El ámbito de validez de la paritaria es nacional, pero el ámbito de cobertura está centrado cien por ciento en el Amba», confrontó.

«Esto genera una situación de crisis en todas las prestadoras del servicio de transporte en el interior del país, un atraso en la renovación de las flotas. Pero más allá de esos esos problemas –prosiguió–, el transporte público implica para sus ciudades el movimiento de la actividad económica, laboral y comercial. Es muy difícil pensar en un proceso de reactivación en un país que le quita a los núcleos urbanos más grandes el factor que moviliza la economía, que es que la gente pueda transportarse», completó el intendente de Rosario.

«No es que el costo en el Amba sea menor y por eso el boleto cuesta ahí 270 pesos. La diferencia de ese costo en el caso del Amba la pone en entera el estado nacional y la diferencia de costos en nuestras ciudades la ponen las provincias y sobre todo las ciudades», diferenció. «Estamos planteando una situación que no tiene mucho tiempo de espera. El primer reflejo de eso son los procedimientos preventivos de crisis en casi el conjunto de los prestadores del servicio en el interior. El segundo, es la disparidad de la tarifa, y después vendrá la reducción de los servicios o los paros prolongados», avisó.

Los legisladores tomaron nota. Claro que en una y otra reunión había provincianos bien conocedores de la realidad que los intendentes transmitieron. Una de esos fue la ex intendenta Mónica Fein, que a cuento de esto ha presentado un proyecto de ley alternativo para restablecer el fondo compensador del transporte.

Pero ayer de fondo sobrevolaba en el semblante de los legisladores libertarios la advertencia de su jefe, Javier Milei, de vetar cualquier ley que atente contra la meta del equilibrio fiscal.

Rosario/12