Insólito: por la falta de gas, cortan el GNC en Vaca Muerta

El ingreso de una ola polar disparó la demanda domiciliaria y dejó en claro la insuficiente importación de GNL prevista por Nación. La decisión de reducir la importación de gasoil en las centrales térmicas por su alto costo tampoco ayudó y derivó en un corte de contratos interrumpibles que terminó afectando hasta a la meca del gas argentino.

Los patitos se desalinearon. Esa es la explicación más clara para dar respuesta a una situación insólita, que es que en las tierras de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo, la falta del insumo haya llevado al corte de suministro en las estaciones de gas natural comprimido (GNC). La explicación formal, y más larga, da cuenta de un faltante de gas natural licuado (GNL) a raíz de la doble decisión del gobierno nacional de limitar las importaciones y buscar trasladar -sin éxito- ese gas más caro a los distribuidoras pero sin un sendero de traspaso de precios (pass trought).

Las filas de patitos comenzaron a desalinearse hace un par de días, por el agotamiento del único cargamento de GNL que había disponible en el puerto de Escobar, en el único buque regasificador que este año tendrá el país ya que se optó por no volver a contratar el que ha funcionado en Bahía Blanca ante el mayor gas que se esperaba fluyera por el Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK).

De acuerdo a los registros del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) el domingo la inyección de GNL era de 7 millones de metros cúbicos (en ese día), las industrias demandaron -pese a ser domingo 32 millones de metros cúbicos y las centrales térmicas usaron 34,2 gracias a que los usuarios residenciales tuvieron ese día un consumo de 55 millones de metros cúbicos.

Pero fue entonces que comenzó a ingresar una ola de frío polar al país, que disparó el consumo residencial el lunes a los 63,4 millones de metros cúbicos, el martes volvió a subir hasta 67,6 y el miércoles trepó a 71,8.

La inyección de GNL, que el lunes se había elevado a 9 millones de metros cúbicos diarios, comenzó a flaquear y fue el segundo patito en desalinearse. Y ya el miércoles era de solo 6 millones, para bajar el jueves a 5, cortando clavos para el ingreso previsto ese mismo día de otro cargamento.

Esta mayor demanda residencial por la ola polar en la zona de mayor consumo del país derivó en el desalineamiento del tercer patito del cuadro, el gas para las centrales térmicas, que cayó de los 64,2 del domingo a solo 24,5 millones de metros cúbicos en el día, a solo 23 millones ayer jueves.

Y todo este escenario fue el que derivó el miércoles por la noche en el corte, casi en la totalidad del país de los contratos de tipo interrumpibles (de GNC pero también industriales), dado que precisamente son el fusible de ajuste en estos casos.

Esos cortes alcanzaron a 124 estaciones de servicio del país que expenden GNC, entre ellas seis estaciones de servicios de la provincia de Neuquén, en las mismas tierras de Vaca Muerta, la meca del gas argentino.

Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), la entidad que nuclea a los estacioneros, se advirtió que los cortes de suministro «por aparentes razones de fuerza mayor», afectaron a estaciones de varios partidos de las provincias de Buenos Aires, Tucumán, La Pampa, Catamarca, Santiago del Estero, Neuquén y Río Negro.

La entidad aclaró que las estaciones «son completamente ajenas al hecho» y enfatizaron que instan «a todos los actores del sistema, y en especial a los estamentos administrativos pertinentes, a que se regularice en forma inmediata el suministro, asumiendo que dicha coyuntura es en gran parte heredada».

Desde el gobierno trascendió que Enarsa se estaría preparando para lanzar una tercera licitación para la contratación de buques de GNL importado, ya que de momento se adquirieron solo 20, menos de la mitad que el año pasado, y para lo que resta de este mes la previsión de la Secretaría de Energía es que se cuente con solo dos cargamentos más.

Desde las empresas del sector del gas se advirtió que, más allá de esa tercera ronda importadora, son varias las señales «desalineadoras de patitos» dadas, ya que desde Nación se desistió de importar gasoil para la generación térmica porque es más caro y se falló en el intento de trasladar parte del GNL a las distribuidoras que no podrían traspasar su mayor precio a los usuarios.

Mientras que el último orejón del cuadro son las plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner que ,pese a haber sido planificadas para el año que pasado, siguen sin estar listas. Y en el caso de la más avanzada -la de Tratayén- recién en julio podría estar en condiciones de entrar en operaciones e impulsar 5 millones de metros cúbicos más por la red

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