Hay algunas cuestiones que parecen obvias, pero en tiempos revulsivos donde todo puede cuestionarse, hubo señales positivas en la Cámara de Diputados de la Nación, donde se reunió la Comisión de Minería. Lo interesante de este encuentro es que participó como invitado Luis Lucero, secretario del área y por ende máxima autoridad minera de la Nación, el lugar que hasta ayer nomás controlaba Catamarca a través de Fernanda Ávila. En la discusión con los legisladores nacionales apareció el tema del RIGI, las condiciones, perspectivas y el futuro que se vislumbra para el sector. Y debe decirse que las conclusiones fueron positivas desde la óptica de los intereses catamarqueños.
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Lucero fue claro y contundente al expresar que “la Nación no puede tener injerencia sobre el ejercicio de las atribuciones impositivas provinciales”, que en todo caso “nuestra principal misión es contribuir a generar riqueza para nuestro país en muchos ámbitos y por sobre todo en aquellos donde, por geografía y por desarrollo económico y cultural no hay otras oportunidades”. Más aún, Lucero puntualizó que “la minería ocurre en, gracias a y en beneficio de las provincias que son dueñas de los recursos naturales. Soy consciente como autoridad nacional que tengo un área en la cual las autoridades que verdaderamente trabajan y contribuyen son las provincias día a día. Estamos para ayudarlos y, en lo posible, guiar los debates y promover las medidas que nos parezcan oportunas para ese desarrollo. Tenemos que destrabar algunas realidades que nos impiden alcanzar nuestro máximo potencial. Todos sabemos lo que pasa en el litio en Salta, Jujuy y Catamarca. Es una enorme oportunidad de generar riqueza que ya estamos viviendo. (…) También hay una enorme oportunidad en el cobre en San Juan, Catamarca, Salta y hay mucha riqueza por destrabar. En eso queremos trabajar”.
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La postura es inmejorable porque reconoce el derecho, propiedad y dominio de las provincias sobre las riquezas, algo elemental que figura en la Constitución Nacional, y que sin embargo fue cuestionado más de una vez, con intentos de avasallamiento. Incluso nuestro comprovinciano Francisco Monti, le preguntó sobre las competencias de las jurisdicciones locales de las provincias que está en el proyecto de ley Bases y sobre un código tributario de un municipio local, y Lucero le contestó: “Yo no puedo ni debo opinar sobre un código tributario municipal. No tengo atribuciones para hacerlo. (…) Cada provincia es dueña de hacer lo que decida mejor para su territorio y su economía según la Constitución Nacional, nosotros seremos siempre respetuosos de eso”. Enhorabuena que se ratifique: al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios, y a las provincias lo que es de las provincias.
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