Para la exfuncionario es fundamental avanzar con el Régimen de Grandes Inversiones pero con modificaciones que contemple a la economía local.
SALTA (Redacción) – Pocas personas en Salta conocen sobre minería y el desarrollo del sector como Flavia Royón. Después de muchos años desarrollar su vida profesional en el sector privado tuvo un breve paso por la administración pública con Gustavo Sáenz . Eso la llevó a posicionarse en cargos nacionales con Sergio Massa y también con Javier Milei.
Ahora ya está totalmente alejada de todo lo relacionado a la administración pública pero sigue siendo una gran fuente de consulta. El medio Aries de Salta le realizó una entrevista sobre la Ley de Bases y puntualmente por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones. Para la salteña esta medida favorece al desarrollo minero, pero hay aspectos a revisar y analizar.
«Soy una convencida y defendí el rol que tiene este tipo de proyectos para el desarrollo del país. Necesitamos una mirada particular para estos proyectos«, expresó. Entre ellos Royón destacó las industrias extractivas: gas, petróleo y minería; remarcando la necesidad de enfocarlo en «la exportación porque claramente Argentina no tiene un mercado interno de estas dimensiones”.
Además, aclaró que los proyectos mineros deberían apuntar «a la inclusión, la contratación local, la generación de mano de obra y de proveedores y servicios locales». Por eso mismo, según Royón en Salta el RIGI sería fundamental, en especial en proyectos como el Taca Taca para la explotación de cobre.
Profundizar el desarrollo minero
Al mismo tiempo, la especialista sostuvo la necesidad de aportar una mirada constructiva e inclusiva de la mineria. Ese aval será fundamental para garantizar el desarrollo que necesita el sector. Además, le recomendó a los senadores nacionales Juan Carlos Romero, Sergio Leavy y Nora Giménez analizar y proponer cambios específicos en el tratamiento del RIGI.
Específicamente reconoció que «este Régimen invalida las facultades de las provincias, tanto ambientales y sociales como en regalía». Sin embargo, no impone ningún tipo de condicionamientos que tenga en cuenta a los proveedores locales, se le dan exenciones impositivas a los derechos de importación, y coloca en desventaja a la industria nacional en lo que respecta a la carga impositiva. Para Royón ese «es un tema que hay que corregir»