Weretilneck: «Si no nos ocupamos nosotros, nadie lo va a hacer»

El gobernador de Río Negro explicó la necesidad de que Nación transfiera a esta provincia como a Neuquén la administración de las rutas nacionales.

«Si no nos ocupamos nosotros del mantenimiento y las obras que necesitamos, nadie lo va hacer. Si seguimos así, en los próximos años el deterioro será mayor y la conectividad dentro y fuera de las provincias, inviable», afirmó el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, en relación a la propuesta realizada junto a su par de Neuquén, Rolando Figueroa, para que Nación les transfiera la administración de las rutas nacionales que atraviesas ambas provincias.

En su cuenta de X, el mandatario provincial sostuvo que «la actual situación nacional de ajuste pone en riesgo la capacidad operativa de Vialidad en Río Negro y lo mismo sucede en Neuquén».

El objetivo de ambas provincias es solicitar a la Dirección Nacional de Vialidad el mantenimiento y operación de las rutas nacionales 22, 151, 231 y 242 en todo el tramo que recorren y corresponden a cada provincia. Los gobernadores Figueroa y Weretilneck señalaron que las rutas 22 y 151 son dos vías de comunicación de carácter estratégico para el desarrollo económico, industrial, turístico y social de la región del Comahue que abarca ambas provincias, además para la integración de las mismas. A esto hay que sumarle el desarrollo que implica en la actualidad y en un futuro la actividad petrolera en Vaca Muerta.

Weretilneck precisó que esta semana la Legislatura de Río Negro tratará el proyecto de ley de establecimiento de Contribución de Peaje para garantizar el funcionamiento del Fondo Provincial de Vialidad, «destinado a la compra y mantenimiento de equipamientos y rutas». El gobernador señaló que «el proyecto no incluye ninguna ruta turística, la idea es incorporarlo en aquellas que están sufriendo un fuerte deterioro como la 65, la 6 y la 69, las más utilizadas en el circuito de Vaca Muerta. Un peaje que irá destinado a quienes no son habitantes de Río Negro ni de Neuquén».

Tanto Weretilneck como Figueroa precisaron que en lo que respecta a lo productivo, el deterioro de las rutas «ha afectado el desarrollo de la cuenca hidrocarburífera no convencional. Desde hace largo tiempo, estas rutas presentan varios tramos sin terminar y en algunos casos las obras están paralizadas. La realidad es que desde el gobierno nacional se afirmó la negación de comenzar o reactivar dichas obras, más allá de las cuestiones políticas que impidió llevar adelante los proyectos ejecutivos»

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