Herencia. Municipio del Gran Córdoba aprueba protocolo “modelo” para evitar transiciones caóticas

Del complicado traspaso en Mendiolaza, surgió esta norma que regirá en todos los próximos cambios de mando. Todos los detalles

Adela Arning ganó las elecciones y se convirtió en la primera mujer intendenta de Mendiolaza. Daniel Salibi, intendente saliente, se acercó a saludar. (Nicolás Bravo / La Voz)

“Lo que encontramos nos condicionó”, contó, a pocas semanas de haber asumido, Luis Roldán, el secretario de Hacienda de Mendiolaza.

Hablaba de la situación en que la nueva administración halló las cuentas de uno de los municipios del Gran Córdoba que más creció en las últimas dos décadas.

Recordemos: Adela Arning (PRO) derrotó, en alianza con el Frente Cívico local, al candidato del PJ (Nicolás Martínez Dalke) y al hombre de la UCR que puso Daniel Sabili (Martín Marcolongo), quien estuvo 24 años consecutivos al frente de ese Ejecutivo.

El triunfo fue en junio (junto con los comicios provinciales) y el cambio de mando, en diciembre. Fueron muchos meses para una transición que, según el oficialismo actual, estuvo lejos de ser ordenada.

En ese contexto, es más que interesante que el Concejo Deliberante haya aprobado una norma que busca garantizar que todas las próximas transiciones en esa municipalidad sean “transparentes, ordenadas y seguras”.

Quieren ordenar las transiciones en Mendiolaza

La ordenanza tiene dos datos destacables: que fue iniciativa de un gobierno que recién asume (hay antecedentes de ordenanzas similares, pero impulsadas por ejecutivos salientes –y hubo polémica–) y que fue votada afirmativamente por unanimidad, tanto por la alianza que gobierna, como por los tres partidos opositores en el Concejo.

Miguel Ruffini, concejal oficialista, le dijo a La Voz que lo que se busca es “transparencia de gestión”. “Después de haber tenido una transición como la que tuvimos en el último cambio de gobierno, bastante complicada y con muy poca información, buscamos ordenar”, explicó.

La idea, según Ruffini, es “llegar al final de un gobierno y que otro empiece con todas las herramientas y la información necesaria para continuar”.

“Tuvimos un amplio consenso, con la oposición incluída; se votó por unanimidad; además, lo hicimos ni bien entramos para que que no haya ninguna especulación, que nadie diga que se aprobó dos meses antes por tal o cual cosa; no, es ahora que nosotros mismos estamos en el gobierno”, amplió quien es uno de los históricos referentes comerciales de la ciudad que ya tiene más de 20 mil habitantes.

Qué dice la ordenanza

La ordenanza dice en el articulado que tanto el gobierno saliente como el entrante no deben tomar “acciones que obstaculicen el proceso de transición gubernamental o perturben la normalidad de la gestión de los actos de gobierno”.

Habla, en el caso del intendente saliente, que éste debe brindar la “información suficiente respecto del estado general de situación del gobierno y la administración”.

También establece plazos exactos para evitar opacidades. En el artículo 3, por caso, dice que “se entiende por transición al proceso de cambio de la Administración Municipal, que se inicia a la cero hora (0.00) del día siguiente de emitida el acta de proclamación de la elección de intendente, y finaliza con la jura de asunción de las autoridades entrantes”.

La norma establece que la autoridad de aplicación es el secretario de Gobierno en funciones y que se debe conformar un equipo de transición integrado por ese secretario, el de Hacienda, un funcionario del gabinete que finaliza su mandato a elección del intendente saliente, el presidente del Tribunal de Cuentas, el presidente del Concejo Deliberante y cinco miembros del gobierno entrante.

Entre las funciones del responsable del equipo de transición, la norma establece que deberá recabar los informes de gestión y que, si no los recibiera, debe intimar a los funcionarios a entregarlos en el plazo que indicado por la ordenanza.

En especial, menciona la “información específica por cuestiones de gestión urgentes que requieran una continuidad para evitar posibles contingencias naturales, sociales o de infraestructura”.

Respecto de “cuestiones urgentes”, hay que recordar que a las 48 horas de asumir, Arning publicó un video en las redes pidiendo por favor a los vecinos que fueran a pagar los impuestos.

En el video, la intendenta calificaba a la situación financiera de Mendiolaza como “crítica” en el marco de una caída de la página web (“casualmente”, dijo), por lo que no se podían recibir pagos de forma online.

“Voy a hablarles con toda franqueza, como lo hice siempre. Como todos ya sabrán, hemos recibido un municipio con muchísimas deudas, sin dinero en la caja, lo cual nos deja en una situación crítica”, explicaba Arning.

Salibi le respondió al otro día: “Sorprendido por los últimos dichos de la intendenta, no está contando toda la verdad y está diciendo cosas en las que tengo ganada una reputación de 24 años de gestión”.

Y agregó: “Me da muchísima pena que se estén diciendo estas cosas en un momento de crisis. Mucha gente no ha podido pagar, háganle una moratoria o plan. Hay que salir a gestionar ante el Banco, ante la Procindia. Dejé los sueldos al día y siempre presté los servicios”.

Procedimiento de traspaso

La nueva ordenanza de transición, que en el municipio aseguran que es una norma “modelo”, dice específicamente que el gobierno saliente debe detallar la situación presupuestaria y financiera, puntualizar con precisión los préstamos financieros en gestión, otorgados y solicitados, el nivel de endeudamiento total especificando las obligaciones de corto plazo y el estado de deuda con los proveedores, entre otros temas.

Roldán había denunciado que cuando asumieron, buena parte del condicionamiento que dijeron tener fue por un pasivo con Epec que no estaba detallado. Eran $ 260 millones fruto de una deuda que se arrastraba desde 1999. “Si bien hay una parte ya prescripta, hubo una desatención de semejante proveedor como es Epec”, dijo, sin mencionar a Salibi.

Qué no puede hacer el intendente que se va

La norma también establece que el gobierno saliente debe dejar un inventario de bienes, depósitos, disponibilidades monetarias y obligaciones exigibles. También un detalle de los recursos humanos distribuidos por secretarías y direcciones, puntualizando el personal de la planta permanente y transitoria u alguna otra modalidad de contratación, además de detallar sus respectivas funciones.

Además, habla de un “informe final de transición” que deberá publicarse en la página web del municipio, en formato abierto y disponible para la ciudadanía.

Por otra parte, dice que a partir de la fijación de la fecha de elección de las autoridades municipales y hasta la finalización del período de transición, el Departamento Ejecutivo en ejercicio, tiene prohibido realizar nombramientos, pases a planta permanente y cambios de categoría del personal administrativo, salvo concursos en curso; tomar deuda no programada, realizar llamados a licitación o contrataciones directas, determinar aumento de sueldos, dietas y gastos reservados, otorgar exenciones, diferimientos impositivos y subsidios, otorgar licencias a funcionarios públicos por razones relacionadas al ejercicio de otra función pública, proponer o designar jueces administrativos (hubo chisporroteos con Salibi por esto), crear, eliminar, aumentar o disminuir impuestos, tasas o contribuciones, entre otras cosas

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