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Pero lo llamativo, es que Grasso, en tren de tomar protagonismo y buscando erigirse en el líder kirchnerista que ha quedado como rezago de la implosión del partido creado por Néstor Kirchner y dinamitado por la viuda, micrófono en mano no dudó en manifestar su intención de presentar un proyecto para juntar firmas en la provincia a fin de fundamentar un pedido de “Emergencia gasífera” a través de la legislatura de Santa Cruz, protestando por el aumento de la energía y expresando que nuestra provincia junto con Neuquén produce más del 80% de gas y el petróleo que consume el país.
Mientras Pablo Grasso promete resolver el problema del costo de energía por la liberación de los precios dispuesto por el gobierno nacional y turistea a 1,000 kms de distancia mientras hace relaciones públicas y teje acuerdos con la fauna variopinta que se pone saco y corbata para la ocasión, mientras bajan risueños, relajados y solícitos de los ascensores del Lucania Palazzo a desayunar, Río Gallegos, la ciudad que es su verdadera responsabilidad, está inundada y prácticamente bajo una emergencia vial y sanitaria, que el Intendente parece desconocer o ignorar.
Prácticamente las últimas 24 horas ha estado lloviendo ininterrumpidamente en esta capital y defensa civil, bomberos y personal de tránsito ha debido cortar calles y evacuar gente por la inundación que produce un caos en el tránsito y angustias a los vecinos que pierden sus bienes, ven inundadas sus casas, inmovilizados sus vehículos, los residuos cloacales afloran contaminando todo y metiéndose en las viviendas y los barrios que nacieron de terrenos fiscales usurpados, donde no hay ni planificación ni servicios, lucen como un caserío en medio de una inmensa laguna.
![Las calles de Río Gallegos inundas - Foto:](https://www.opisantacruz.com.ar/wp-content/uploads/2024/04/agua-rgl-1024x762.webp)
El Intendente de Río Gallegos, en vez de ocuparse personalmente de lo que hoy preocupa al vecino de su ciudad, a quien el municipio le aumentó el 300% de los impuestos, patentes, tasas y contribuciones, juega a la política entre pares, empresarios y sindicalistas gordos y bien alimentados, prometiendo encabezar una lucha que todos sabemos es estéril y no pasará de lo discursivo.
La necesidad de figurar que tiene Pablo Grasso a quien ya el municipio de Río Gallegos no lo contiene y le preocupa el fracaso que sufrió en su intento de ir por la gobernación, hace que el intendente deje de cumplir sus deberes y su responsabilidad y busque encabezar un movimiento político que le devuelva al kirchnerismo el protagonismo que ha perdido en la región, al punto que un partido nuevo como el SER y una pequeña coalición política, le arrebataron el sueño de coronar la gobernación en el 2023. (Agencia OPI Santa Cruz)