Ante este escenario, la Asociación Gremial de Empleados y Obreros del Departamento General de Irrigación e Inspecciones de Cauce ha tomado una postura clara y definida, representada por Pablo Ortolani, secretario general, y Alberto Brizuela, secretario Gremial.
La actividad minera en la provincia de Mendoza ha sido objeto de un intenso debate en los últimos tiempos. Ante este escenario, la Asociación Gremial de Empleados y Obreros del Departamento General de Irrigación e Inspecciones de Cauce tomó una postura clara y definida, representada por Pablo Ortolani, secretario general, y Alberto Brizuela, secretario Gremial.
Los representantes sindicales abordaron diversos aspectos relacionados con la actividad minera en la provincia y la postura del sindicato al respecto. Es evidente que su enfoque se centra en la búsqueda de consensos y en la defensa de los intereses de los trabajadores, así como en la protección del recurso hídrico, vital para la vida en la región.
El Dr. Ortolani destacó el papel fundamental del sindicato en los espacios de discusión y construcción de consensos en torno al uso del agua y su sustentabilidad. En este sentido, enfatizó en la necesidad de un rol protagónico del sindicato en este tema, reconociendo la importancia del agua como recurso escaso y no renovable. Asimismo, planteó la necesidad de replantear el enfoque del debate sobre la actividad minera, centrándose en cómo se lleva a cabo en lugar de si debe realizarse o no.
Por su parte, el secretario Gremial Brizuela subrayó la importancia de una minería sustentable, especialmente en regiones como Malargüe, donde la actividad minera puede generar empleo y desarrollo económico sin comprometer los recursos hídricos ni los oasis productivos de la provincia. Desde esta perspectiva, el sindicato abogó por una minería responsable que respete el medio ambiente y los derechos laborales de los trabajadores.
Sin embargo, ante la implementación de una posible ley que regule la actividad minera, surgió la preocupación por los posibles impactos sociales y laborales que esta podría tener. Ortolani enfatizó la responsabilidad del sindicato en la generación de empleo genuino y de calidad, siempre dentro del marco legal. Por su parte, Brizuela destacó el papel central que juegan los trabajadores de Irrigación en la administración y distribución del recurso hídrico, subrayando la importancia de su participación activa en el debate sobre la actividad minera.
En este sentido, el sindicato ha realizado requerimientos formales para integrar el Observatorio del Agua y participar en los espacios de discusión formal sobre la matriz productiva provincial. «Esta acción evidencia el compromiso del sindicato con la protección del medio ambiente y los derechos laborales de los trabajadores, así como su voluntad de ser parte activa en la toma de decisiones que afecten a la comunidad mendocina en su conjunto», señalaron desde la entidad.
La postura del sindicato en torno a la actividad minera en Mendoza fue caracterizada como su «búsqueda de consensos, su defensa de los derechos laborales y su compromiso con la sustentabilidad ambiental». «Es fundamental el diseño de políticas públicas que regulen la actividad minera en la provincia, garantizando así un desarrollo económico sostenible, equitativo y con ampliación de la matriz productiva para todos los mendocinos», señalaron