Desde la Uocra informaron que se incorporaron 783 trabajadores oriundos de las distintas localidades de la Puna a los distintos proyectos mineros que están en construcción en Salta y por parte de Aoma se sumaron 186, cifra que aumentará cuando las cuatro de litio que se están edificando comiencen su producción, entre este año y 2025.
«Son localidades muy parecidas y tienen proyectos de litio en producción desde hace varios años, pero nosotros crecimos mucho en comparación y todavía no arrancamos con la producción de litio», dijo el dirigente empresarial salteño en diálogo con este diario.
Para Los Andes, con casi 8 mil habitantes (según el Censo 2022), los 1.500 desocupados que existían era una enormidad y representaba un índice de desempleo mucho mayor al de la provincia.
La ley provincial de promoción minera (Nº8.164), que obliga a las empresas a contratar entre un 40 a 70 por ciento de personal local, de acuerdo a la envergadura de los proyectos, tuvo mucho que ver en esa mejora laboral. También la organización de los privados. El surgimiento de Caprosemitp, la primera cámara empresarial de pueblos originarios del país, fue un paso fundamental para el mismo objetivo. La entidad cuenta en la actualidad con 60 pymes asociadas. También existe en la provincia la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), con alrededor de 250 socios.
En esa línea, Vacazur bregó para que se potencie el trabajo en minería entre las empresas salteñas.
«Tenemos una gran preocupación entre las empresas chicas. Nos cuesta muchísimo conectar a los proveedores de la Puna, con los proveedores del resto de la provincia», señaló el dirigente.
«Creo que es momento de hermanarnos más, escucharnos más, planificar, buscar la forma de conectarnos. Estamos buscando que se termine con el desempleo, por lo menos en San Antonio de los Cobres, porque en Olacapato, Pocitos y Tolar Grande hay prácticamente empleo pleno», insistió.
Cuello de botella
Más allá de la generación de trabajo en la minería para los habitantes puneños, la preocupación está en que a los puestos que requieren mayor capacitación en los proyectos muy pocos pueden acceder.
De la base de datos que elaboró la Municipalidad de San Antonio de los Cobres y otra privada que realizaron ad honorem dos trabajadores mineros se desprende que sólo la mitad de los anotados tiene secundario completo y un pequeño porcentaje cuenta con estudios terciarios o universitarios. Esa realidad limita las búsquedas laborales que realizan las empresas del sector, sobre todo las que están entrando en fases más avanzadas en sus proyectos
Esa situación se busca revertir con distintas ofertas educativas, desde terciarios hasta cursos cortos, pero la realidad es que las soluciones empezaron a llegar tarde, cuando ya la demanda de personal por parte de las empresas superó ampliamente a la oferta.
500 anotados
La situación laboral en la minería se ve reflejado también en el crecimiento de inscriptos en el Registro Provincial de Proveedores Mineros, que alcanzó las 495 firmas. Representa un aumento de anotados de cerca del 50% con respecto al año pasado, en la base que se conformó en 2022.
Ese incremento también se replica en la cantidad de socios que vienen sumando las dos cámaras privadas de proveedores que tiene Salta: Capemisa y Caprosemitp. Prestan servicios de logística, perforación, catering, hospedaje, confección de indumentaria, material de seguridad e higiene, ingeniería, salud y comunicación, entre otros.
El último registro oficial de la Secretaría de Minería de Nación, publicado en febrero, antes del despido de la extitular de la dependencia, Flavia Royón, daba cuenta que había 5.500 trabajadores directos en la minería de Salta. A esa cifra se la debe multiplicar por lo menos cuatro, según el recuento de estudios del sector, para estimar la cantidad de empleo indirecto que genera la actividad