Desde su implementación en la década de 1990, la Ley Nº 24.196, también conocida como «Ley de Inversiones Mineras» y sus modificatorias han sido un pilar fundamental en el desarrollo y la atracción de inversiones en el sector minero argentino. Esta legislación promete estabilidad fiscal, cambiaria y aduanera por un período de 30 años para cada nuevo proyecto minero que decida invertir en el país. Aunque esta estabilidad ha experimentado altibajos a lo largo de los años, ha sido crucial para la materialización de proyectos mineros de gran envergadura en la industria nacional.
Extremo Minero
Las empresas mineras subrayan la importancia de respetar y cumplir con esta ley, ya que proporciona un entorno estable y predecible para las inversiones en el sector. En este sentido, destacan el camino trazado tanto en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 como en el proyecto de Ley de Bases, los cuales buscan establecer las condiciones necesarias para el desarrollo sostenible de la minería en Argentina.
Reconociendo la necesidad de una acción coordinada entre las provincias, el gobierno nacional y las empresas, el sector empresarial apunta a iniciar un camino hacia el desarrollo minero. Este impulso no se limita únicamente a proyectos de litio, sino que también abarca iniciativas relacionadas con el cobre, oro, plata y otros materiales de construcción y ornamento.
Con el objetivo de generar empleo y promover el crecimiento económico, se espera que la discusión se centre en las condiciones necesarias para alcanzar las metas de producción y exportación hacia finales de la década.
En resumen, el respeto y cumplimiento de la Ley de Inversiones Mineras son considerados aspectos esenciales para el desarrollo sostenible del sector minero en Argentina. Se espera que las medidas propuestas en el DNU 70 y el proyecto de Ley de Bases contribuyan a este objetivo, impulsando así el crecimiento y la competitividad de la industria minera en el país