Todos buscan salvaguardar los puestos laborales, pero hay intereses que se cruzan. La paz social pende de un hilo.
Cada día que pasa suceden cosas con la salida de YPF. Los gremios buscan defender a los trabajadores a su manera y eso muchas veces genera que se crucen los intereses. Mientras el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut busca que la paz social se mantenga para no interrumpir con la actividad en los demás yacimientos, el Sindicato de Camioneros de Chubut quiere salir a paralizar toda la actividad. La incertidumbre gana terreno en un mapa dominado por la inestabilidad.
Jorge Ávila explica en cada una de las asambleas que mantiene en los yacimientos donde todavía mantiene operaciones YPF que el sistema de trabajo se mantendrá de la misma manera solo que habrá tres o cuatro operadoras distintas en esas áreas. «Queremos que todos los trabajadores se queden en su puesto laboral», subraya en cada entrevista el titular de petroleros privados.
La preocupación de los trabajadores se multiplica y las dudas solo generan más preguntas en un clima que cada vez es más gris. YPF salió a desmentir que no indemnizará a los trabajadores y ratificó lo que informó El Patagónico: los trabajadores se quedarán en sus casas cobrando una parte de sus haberes.
La paciencia se acaba. Los trabajadores quieren la totalidad de sus salarios y no confían que el parate y la disminución de sus salarios sea solo por 4 meses. Es que ese es el tiempo que proyecta el Sindicato de Petroleros Privados que se tardará en encontrar un nuevo operador para las áreas que entregará YPF.
En tanto, el Sindicato de Camioneros de Chubut plantea una estrategia para ir al choque. Su titular Jorge Taboada aseguró que YPF quiere mandar a su casa a los trabajadores para pagarle “el 80% del salario en negro”.
En diálogo con la radio de su gremio, el dirigente manifestó: «Hay un artículo en la Ley de Contrato de Trabajo, el 223 bis, que permite dejar al trabajador en la casa, pero es en casos de emergencia como lo fue en la pandemia. Acá no hay una situación de emergencia, es una privatización encubierta”.
Asimismo, Taboada señaló que la empresa quiere hacerle pagar el costo de la transición a los trabajadores y advirtió que se diagramará un plan de lucha en todo el país. “Le vamos a parar Vaca Muerta, vamos a parar las destilerías y pegarle donde más les duele que es en el bolsillo”, afirmó.
Y lanzó una dura advertencia sobre lo que puede desencadenar en un peligroso conflicto. «Lo que hagan otros sindicatos que lo hagan, cada sindicato tiene sus formas de defender los trabajadores”, aseveró Taboada
El Patagónco